Optimismo en Euskadi en torno al acuerdo sobre el Estatuto
El éxito del acuerdo político y parlamentario sobre el Estatuto de Guernica se trasladó ayer de Madrid al País Vasco, en donde los negociadores del Partido Nacionalista Vasco (PNV) fueron recibidos con entusiasmo y emoción. Un índice no desdeñable del nuevo clima creado en Euskadi fue también la subida de la Bolsa de Bilbao en 1,23 enteros, atribuido por los expertos al pacto sobre el Estatuto. Por otra parte, entre los apoyos recibidos desde la izquierda por el texto acordado en Madrid, los observadores han destacado la posición de Herri Batasuna, que, aunque no se ha definido todavía, manifestó, a través de un portavoz de la coalición abertzale, que consideraba «poco probable» que la consigna sea la del voto en contra del Estatuto en el referéndum previo a su ratificación definitiva por las Cortes Generales.
Los partidos que elaboraron el Estatuto de Guernica, más tarde lo defendieron y ayer llegaron a Euskadi con el texto bajo el brazo, están convencidos que el pueblo vasco ha vencido definitivamente al franquismo en una batalla, si no final, sí difícil, en que se ha derrocado también la concepción centralista del Estado, de amplia tradición en España.Carlos Garaicoetxea aseguró que el Partido Nacionalista Vasco seguirá empleando las vías políticas institucionales, lo que en ningún momento significa la renuncia a tratar de cambiar un marco jurídico, siempre perfectible, ya que «el pueblo vasco no renunciará jamás a alcanzar las cotas de autogobierno que en cada caso la historia le aconseje ».
El presidente del CGV y del órgano ejecutivo del PNV entiende que el Estatuto satisface cinco grandes aspiraciones del pueblo vasco: una Hacienda autónoma estructurada por medio de los conciertos económicos; el control por el poder vasco de la enseñanza; la posibilidad de crear medios de comunicación social; el control del orden público, y, por último, «otro tema tan emocionante y sentido por todos nosotros como es el de Navarra, que ha sido dignamente recogido en el Estatuto».
Carlos Garaicoetxea confesó que nunca hubiesen permitido que el Estatuto no mencionase a los cuatro territorios del sur de Euskadi. El político vasco tuvo también palabras de elogio para el presidente Suárez -no para UCD-, de quien opinó que ha demostrado tener la suficiente voluntad, coraje e imaginación ante el tema autonómico, « pese al mundo que le rodea, y todos sabéis a lo que me refiero».
Pasa a página 10 Páginas 11 y 12 Texto del Estatuto en cuadernillo central
Garaicoetxea pide que se juzgue a los políticos vascos por los resultados que obtienen
(Viene de primera página) Mencionó tácitamente a Herri Batasuna y señaló que los que creen que hacer política es lanzar gritos en la calle fácilmente asimilables por un pueblo oprimido durante tantos años deben entender que en este país hay que empezar a juzgar a los políticos por los resultados prácticos que son capaces de lograr. Carlos Garaicoetxea está plenamente convencido que el Estatuto va a posibilitar que la conciencia nacional sea cada vez más fuerte para reconstruir de esta forma la nación vasca. Finalizó su intervención haciendo un llamarniento desesperado al pueblo vasco para superar la trágica situación económica en que se ve sumido el país.Mario Onaindía opina que uno de los grandes temas pendientes es «no la integración de Navarra, que es una parte consástancial de Euskadi, sino que este territorio vasco asuma el Estatuto de Guernica». Tampoco podía faltar por parte de Euskadiko Ezkerra su preocupación, muchas veces demostrada, por los presos políticos vascos. Es opinión generalizada entre los políticos vascos que, una vez aprobado formalmente el Estatuto de Guernica, todos los presos que están precisamente en la cárcel por luchar por un autogobierno para Euskadi deben ser puestos en libertad. El secretario general de ElA anunció, durante la rueda de prensa, una primera movilización popular con este objetivo, el sábado en San Sebastián. A preguntas de un periodista, tanto Mario Onaindía cómo Carlos Garaicoetxea aseguraron que en ningún momento habían calificado a ninguno de los presos de asesinos. El presidente del CGV informó que únicamente se había limitado a condenar algunas de las acciones violentas de los grupos armados.
Onaindía comparó el resultado de las negociaciones con el de un partido de fútbol, en el que el pueblo vasco habría vencido a UCD por veintidós tantos contra dos. No gustó esta comparación a Jaime Mayor Oreja, representante en la rueda de prensa del partido gubernamental, quien opinó que todos los negociadores han jugado unidos un partido contra el pasado «y hemos vencido».
Los representantes del PSOE y PCE, Txiki Benegas y Roberto Lertxundi, coincidieron en señalar que, «al margen de los méritos de Garaicoetxea en la negociación», UCD se había visto obligada a replegarse en sus concepciones gracias a la presión de sus respectivos partidos. Ambos políticos informaron que en la Comisión Constitucional defenderán los escasos puntos de discrepancia que mantienen con la actual redacción del Estatuto, pero que en ningún caso sus propuestas serán condición sine qua non para dar luz verde a la autonomía.
Quizá el más crítico ante el Estatuto negociado, al margen de Mario Onaindía, fue el representante de ESEI, Jose Manuel Castell. «Este Estatuto», dijo, «no es el mejor ni alcanza las cotas autonómicas que todos deseábamos, pero lo apoyamos sin reservas porque es el único posible en estos momentos. »
José Manuel Castell opina que se ha pretendido dejar todo «atado y bien atado» y al final el resultado es un Estatuto un poco farragoso, muy pormenorizado y sobre todo demasiado largo.
Todos los representantes de los partidos, pese a la satisfacción del logro obtenido, coincidieron en señalar que, a partir de estos momentos, comienza un camino muy difícil que puede durar meses y años.
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