Probable Gobierno de iniciativa socialista en Portugal

Mario Soares dispone de unos días para intentar formar un nuevo Gobierno que estaría apoyado en el Parlamento portugués por una mayoría compuesta de los diputados socialistas y socialdemócratas independientes.

De las cuatro soluciones propuestas por el general Eanes para la crisis política portuguesa, la única que conserva un mínimo de fiabilidad es la de un gabinete de iniciativa socialista. El presidente de¡ Partido Socialdemócrata, Francisco Sa Carneiro, ha dado un no rotundo a cualquier acuerdo con el Partido Socialista, al amparo de una intervención directa y personal del jefe del Estado que pretendía constituir un Gobierno de «solidaridad institucional» entre los dos mayores partidos portugueses.El optimismo manifestado por el secretario general del Partido Socialista a la salida de la presidencia y el apoyo inmediato del dirigente del Grupo Socialdemócrata independiente, Sousa Franco, permiten suponer que en los próximos días se van a desarrollar intensas negociaciones en vista a la formación de un Gobierno socialista con socialdemócratas independientes. Estos últimos, afirma Sousa Franco, no participarán directamente en el Gobierno, pero están dispuestos a apoyarlo, si su composición es aceptada por el presidente de la República y su programa satisface las exigencias de los socialdemócratas.

Los dos partidos de la recién constituida «Alianza Democrática», el socialdemócrata y el democristiano, han reaccionado violentamente contra la toma de posesión del general Eanes. Para ellos el jefe del Estado intenta dividir el bloque democrático y hace el juego de la izquierda. Ambos partidos dudan de la capacidad de Mario Soares de formar un Gobierno y sobre todo de mantenerse en el poder hasta 1980.

La comunicación del presidente Eanes ha tenido el mérito de mostrar claramente que éste desea evitar unas elecciones anticipadas y que no está dispuesto a permitir bajo ningún pretesto la alteración de la legalidad constitucional en materia de calendario electoral. Estas tomas de posesión significan la ruptura definitiva entre el jefe de Estado y los partidos de Alianza Democrática, que siguen empeñados en la convocación de elecciones generales para octubre de este año.