Los partidos izquierdistas podrían desaparecer, según Touraine

«Los partidos políticos van a desaparecer», afirmó el sociólogo francés Alain Touraine, refiriéndose más concretamente a los de izquierdas, en el coloquio internacional sobre «Movimientos sociales y partidos políticos », que se está celebrando en Cerizy (Normandía), patrocinado por la Universidad parisiense de Nanterre e intelectuales y políticos franceses de izquierdas, entre los que predominan los rocardianos. La única ponencia extranjera fue dictada anteayer por Manuel Azcarate, responsable de los asuntos internacionales del Partido Comunista Español (PCE).Movimientos feministas, ecologistas, regionalistas, representantes de los partidos políticos y de los sindicatos franceses, españoles, italianos, esencialmente, iniciaron el último fin de semana en Cerizy un coloquio que aborda, en definitiva, la crisis de los partidos políticos de izquierdas en las sociedades industrializadas y sus relaciones con los movimientos sociales que, de tres lustros a esta parte, han evidenciado más directamente el inmovilismo de los partidos.

El primer gran debate contradictorio fue protagonizado por Manuel Azcárate y por el profesor y sociólogo francés Alain Touraine, muy ligado al «socialismo de lo posible», que encarna en Francia el dirigente del PS, Michel Rocard. En opinión del señor Touraine, la grave crisis que atraviesan desde hace algunos años los partidos de izquierdas pudiera desembocar en su desaparición. En su lugar, ¿sería posible dejar solo al Estado capitalista frente a los diversos movimientos sociales que vienen planteando los problemas sectoriales de las sociedades de finales del siglo XX?

Réplica de Azcárate

En este punto fue cuando intervino el señor Azcárate, quien reconoció esa crisis que ha puesto en entredicho a los partidos de izquierdas, pero advirtiéndole al señor Touraine que, «posiblemente, lo que ustedes están analizando, no es el fracaso de los partidos políticos, sino el de la izquierda francesa».Dicho esto, el dirigente del PCE abordó el problema de los partidos políticos de izquierdas y de los movimientos sociales, afirmando que los primeros «tienen que cambiar sus relaciones tradicionales, paternalistas, con los segundos». A lo largo de su ponencia, el señor Azcárate analizó severamente algunas herencias de los partidos de izquierdas, según, las cuales, «la verdad está en manos de la dirección o del jefe y, por tanto, se transmite desde arriba a la base».

Globalmente, los partidos políticos, según el señor Azcárate, de ninguna manera pueden intentar «monopolizar» a los movimientos sociales «que expresan más directamente las necesidades de nuestras sociedades». El partido político, dijo, «no puede dirigir los movimientos sociales, sino que debe limitarse a elaborar una «alternativa global», mientras que el movimiento social «tiene per definición una visión parcial».