_
_
_
_

"España ha seguido enviando armas al dictador Somoza"

Edén Pastora, el «Comandante Cero», fue el responsable de aquella audaz operación militar que supuso la ocupación durante varios días del Palacio Nacional de Managua, y ahora permanece desde hace más de un mes en las posiciones de combate en territorio nicaragüense.EL PAÍS pudo entrevistarle en la tarde del pasado domingo, cuando atravesó la frontera entre Costa Rica y Nicaragua para entregar a la Cruz Roja Internacional y a las autoridades costarricenses a un guardia nacional nicaragüense herido y prisionero. En su jeep, el «Comandante Cero» transportaba también armamento decomisado esa misma tarde a las tropas de Somoza, una parte del cual, como más tarde comprobaríamos, era de procedencia española.

Pregunta. ¿A qué se debe su presencia aquí, fuera de las zonas de combate?

Respuesta. Hemos venido a entregar a la Cruz Roja y a las autoridades de Costa Rica a este herido que tiernos hecho prisionero hoy en la colina 310. Es un muchacho de la Guardia Nacional, de diecisiete años, que llevaba cuatro días con una pierna fracturada. Pasamos cerca de él en varias ocasiones, pero ha confesado que no nos llamó por temor a que le matáramos. Ustedes pueden comprobar que está recibiendo un trato humanitario. Nosotros respetamos y reconocemos el derecho a la vida, en contraste con la actitud de Somoza, que asesina a nuestros compañeros prisioneros.

P. ¿En qué situación ha dejado el frente de lucha?

R. Hoy hemos estado luchando muy fuerte en la colina 310, a bastante distancia de aquí. Los combates han sido muy duros y en algún momento hemos llegado incluso al cuerpo a cuerpo.

P. ¿Hay realmente avance hacia Rivas? ¿Cuántos kilómetros han profundizado?

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

R. Alrededor de diez kilómetros desde la frontera de Peñas Blancas. El avance es lento, pesado, pero firme.

P. Parece que aquellas declaraciones suyas de hace dos semanas en las que aseguraba que en 48 horas estaría en Rivas resultaron demasiado optimistas.

R. Eran optimistas porque no contábamos con la ayuda que Somoza ha seguido recibiendo. Tampoco conocíamos el grado de locura al que podían llegar el tirano y su equipo. En nuestros análisis nunca creímos que la enfermedad de poder y de dinero de Somoza fuera tan grande, ni que llegara, en su locura, a la determinación de asesinar a todo un pueblo y destruir a la nación entera.

P. ¿Dice usted que Somoza sigue recibiendo ayuda militar? ¿De qué países?

R. Le voy a probar ahora mismo que España ha seguido enviando armas al dictador y que no solamente son aviones y vehículos lo que suministra a su régimen. Vea esta granada de mortero de sesenta milímetros, capturada junto a otras veinte esta misma tarde. La inscripción dice: «60 mm. TNT. Ecia España. DDW 130. Lote 113-72». Que no me venga el Gobierno español diciendo que solamente camioncitos le mandan al tirano.

También tenemos constancia de que Israel, Argentina, Guatemala y, en menor escala, El Salvador, suministran armas a Somoza, con la complacencia de Estados Unidos. Hoy mismo hemos capturado varios rifles Galil, de fabricación israelí.

P. Hasta ahora, las armas más sofisticadas empleadas en esta guerra pertenecen a la Guardia Nacional de Somoza. ¿Podrán ustedes contar alguna vez con una fuerza similar?

R. En estos momentos estamos tratando de conseguir ese armamento en el mercado negro europeo, al precio que sea. Pero le puedo asegurar que no pasará mucho tiempo sin que esos aviones de Somoza que bombardean nuestras posiciones se vengan abajo como mariposas.

P. ¿Disponen ustedes de aviación?

R. Tenemos una incipiente fuerza aérea, agrupada en la FAS (Fuerza Aérea Sandinista), con la que estamos abasteciendo otros frentes de combate y trasladando compañeros, como el comandante Daniel Ortega, para que se incorpore a su puesto en el Gobierno de Reconstrucción Nacional. Ahora contamos con pocos aparatos, pero pronto habrá los suficientes para enfrentar a la aviación de guerra de Somoza. Disponemos ya de pilotos experimentados.

P. Se ha hablado mucho en estos días de una contraofensiva de la, Guardia Nacional para desalojar al FSLN del frente Sur. ¿Qué han detectado ustedes?

R. Hemos comprobado desembarco de guardias somocistas, y contra ellos hemos luchado precisamente hoy. Pero estamos preparados para responder a cualquier contraofensiva. Hemos demostrado que, aunque no somos profesionales de la guerra, ni hemos estudiado en escuelas militares de Chile, Israel o Estados Unidos, sabemos combatir. Nosotros aprendemos la guerra en la escuela de la vida. Estamos seguros de que vamos hacia la victoria.

P. De cualquier forma, parece que la guerra se alarga y que podría durar meses.

R. Aunque dure años, estamos dispuestos a ofrecer la cuota de sangre precisa para conseguir la libertad de nuestro pueblo. Si nos dejan solos contra Somoza, la guerra será corta y la cuota de sangre también. Pero si Estados Unidos sigue dejando a Guatemala, Israel, Argentina para que pongan sus arsenales a la orden de Somoza, la guerra se hará larga. Si esto se produce, el antiamericanismo se acentuará hasta extremos irreversibles.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_