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Primer interrogatorio a los máximos dirigentes del PSI sobre el caso Moro

Juan Arias

El secretario general del Partido Socialista italiano (PSI), Bettino Craxi, y el vicesecretario del mismo partido, Claudio Signorile, fueron interrogados durante la mañana de ayer por los jueces de Roma Francesco Amato y Domenico Sica sobre los contactos que mantuvieron con personas que estaban en relación con las Brigadas Rojas durante el secuestro del presidente democristiano Aldo Moro.Aunque oficialmente se sabe poco de este primer encuentro de los líderes socialistas con los jueces romanos, ha trascendido que habrá nuevos interrogatorios y que tanto Craxi, como Signorile se han mostrado dispuestos a colaborar con los magistrados en todo aquello que pueda ser útil para la investigación sobre el «caso Moro».

Por otro lado, el secretario general del PSI ha confirmado que durante el cautiverio de Moro mantuvo contactos con el catedrático Franco Piperno, uno de los dirigentes de Autonomía Obrera, aunque puso de relieve que entonces este dirigente, hoy en rebeldía, no era perseguido por la Justicia, por su presunta vinculación con las Brigadas Rojas. Craxi negó categóricamente que su interlocutor en aquella ocasión hubiese sido Toni Negri, fundador de Autonomía Obrera, y hoy en la cárcel, acusado de ser uno de los cerebros de la organización terrorista.

A la vez, el PSI ha denunciado que existe cierta campaña contra el partido, precisamente en el momento en que se está gestando la formación de un nuevo Gobierno, en el que la presencia socialista constituye el interrogante esencial.

Con relación al caso Moro, los observadores consideran que las revelaciones que los dirigentes socialistas puedan hacer a los jueces pueden ser de máximo interés. Conviene recordar que, durante el secuestro de Moro, Craxi fue acérrimo defensor de las negociaciones con los terroristas, en contra del parecer de la propia Democracia Cristiana y de los comunistas. El secretario general del PSI acusó entonces a estos dos partidos de «sacralizar» la razón de Estado, para evitar la negociación con las Brigadas Rojas. Los dos principales partidos italianos respondieron a estas acusaciones afirmando que tal negociación significaría el reconocimiento jurídico de una organización que lleva a cabo una lucha armada contra el Estado, que es lo que pretendían los terroristas.

Los contactos de los dirigentes socialistas con personas relacionadas con las Brigadas Rojas fueron revelados días atrás por el diario romano La Repubblica. Por este motivo, el director del periódico y el autor de la información corren el riesgo de ser procesados bajo acusación de publicar noticias falsas o sensacionalistas.

Otros quince periódicos italianos han sido denunciados por los jueces por haber publicado «fugas» relativas a procesos judiciales.

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