_
_
_
_
_

Hoy se firma el acuerdo de libre cambio industrial entre España y la EFTA

Hoy se firma en el palacio de Santa Cruz el acuerdo de libre cambio negociado entre España y los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA o AELE). Este acuerdo, pendiente de ratificación por los parlamentos de los países signatarios, establece un sistema de preferencias industriales similar al que España mantiene con las naciones de la CEE, partiendo de su acuerdo de 1970. Asimismo, incluye acuerdos paralelos agrícolas entre España y los distintos países de la EFTA: Austria, Finlandia, Noruega, Suecia, Suiza, Islandia y Portugal.

Más información
El otro club de Europa
El 20% de la exportación española, a países de la EFTA

Este acuerdo definitivo sigue a un acuerdo multilateral, rubricado en Ginebra el 7 de diciembre de 1978, que, sin embargo, dejaba fuera la regulación de nuestro comercio con Portugal dentro del marco de la EFTA, y que precisó de unas negociaciones especialmente difíciles y prolongadas que culminaron en acuerdo el pasado 11 de junio. Los pactos bilaterales sobre productos agrícolas fueron negociados por España con cada uno de los restantes países miembros de la EFTA y suscritos el pasado mes de marzo.Las conversaciones, a nivel formal, se iniciaron el 26 de mayo de 1977, cuando el entonces presidente del Consejo de Ministros de la EFTA, Burestam-Linder, visitó España. Previamente, en la reunión de Viena del 12 de mayo de aquel año, el citado organismo había acordado invitar a nuestro país a iniciar negociaciones para el establecimiento de un acuerdo comercial.

El proceso negociador, iniciado en julio de 1977, necesitó de ocho rondas de conversaciones, a lo largo de dieciséis meses, antes de llegar al acuerdo definitivo en noviembre pasado. Una última ronda, que sirvió para ultimar detalles, se extendió hasta horas antes de la firma del acuerdo multilateral, el 7 de diciembre del año pasado.

Las bases de la negociación han tenido como objeto la firma de un acuerdo de reducciones arancelarias progresivas, similar al concluido por España con la CEE en 1970. Para los productos industriales, único sector de competencia de la EFTA, se concibió un acuerdo multilateral, y para los productos agrícolas, acuerdos bilaterales con cada uno de los siete países integrantes de la Asociación Europea de Libre Comercio. Las principales dificultades surgieron con la cláusula dinámica introducida por la EFTA, en el sentido de incorporar progresivamente al acuerdo las ventajas arancelarias que España fuera acordando con la CEE. A su vez, España solicitaba una apertura ascendente para sus exportaciones agrícolas, sobre todo, en lo referente a hortalizas y legumbres.

El acuerdo contempla para la primera etapa rebajas arancelarias por parte española del 60 %, 2 5 %y 25 % para los productos industriales incluidos en las listas a, b, y c de nuestro acuerdo con la CEE. Los países de la EFTA reducirán sus aranceles industriales en un 60%, como regla general.

Con respecto a los productos agrícolas, España hará reducciones arancelarias comprendidas entre un 60 % y un 25 % a las importaciones provenientes de Austria, Finlandia, Noruega, Suecia y Suiza, pues con Islandia y Portugal no ha habido acuerdos en este área. En contrapartida, los países de la EFTA harán concesiones diversas para los productos agrícolas de exportación española.

El acuerdo supone la paulatina incorporación del comercio español a la zona de libre cambio europea, que habrá de hacerse obligatoria con la incorporación de España a la CEE. Asimismo, antes de 1982 tendrá lugar una nueva reunión para revisar las dificultades de la plena liberalización del comercio entre España y los países miembros de la EFTA.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_