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Reportaje:

Reducida a un mitin la celebración del "Día del orgullo gay"

Con un mitin en el pabellón de agricultura de la Casa de Campo se celebrará el domingo que viene el «día del orgullo gay» en Madrid, que es además Día del Sol, gran fiesta ecologista. En el mitin, organizado por el Frente de Liberación Homosexual de Castilla (Flhoc), intervendrán varios ponentes en plan concienciación de masas, y después se pondrá música para que la gente se anime. Cuando se agote el tiempo concedido para ocupar el pabellón -hacia la una y media de la tarde-, los participantes se podrán adherir al, happenning ecologista o seguir la riesta en la intimidad.

La manifestación anunciada para la tarde del domingo ha sido desconvocada porque el Gobierno Civil ha denegado la autorización que se presentó el 13 de junio. «El ambiente de la calle no está para manifestaciones. Es, con estas palabras, una de las razones aludidas para negarnos el permiso», explica Julio, uno de los organizadores del Día. «También dicen que el trayecto elegido es muy conflictivo de tráfico y que no señalamos el tiempo de duración.»

Entre la tolerancia y la represión

Aunque cuenta con el apoyo de los partidos políticos de izquierda y grupos feministas, todo hace pensar que el día gay va a resultar bastante gris, reducido a media jornada por decisión de la autoridad, sin manifestación callejera y con la competencia ecologista, que atraerá el grueso de la expectación dominical.Lo curioso es que el año pasado la manifestación gay en Madrid fue autorizada -asistieron unas 10.000 personas-, mientras que en Barcelona era primero prohibida y después duramente reprimida por las Fuerzas de Orden Público. Este año se ha invertido la situación, y en Barcelona la celebración gay se desarrollará con todas las de la ley, y el aliciente de una semana de cine organizada por el Front d'Alliberament Gay de Catalunya (FAGC).

« Esta táctica despistante y aparentemente arbitraria, un tira y afloja entre tolerar y reprimir, es típica con los homosexuales», comenta Angel, también militante del Flhoc. «Nos redimen graciosadente de la ley de Peligrosidad Social para caer bajo la amenaza de los artículos 431 y 432 del Código Penal, un cajón de sastre que se puede utilizar contra cualquier individuo que resulte incómodo sea por el motivo que sea. »

La prohibición de las Jornadas de Liberación Sexual que se iban a celebrar en el centro cultural de Prosperidad, las redadas masivas en Barcelona y Bilbao -menos importantes en Madrid- y el cierre de varios locales gays son pruebas recientes de que en esa táctica tolerar-reprimir prevalece el término represión.

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Las sucesivas negativas ante los intentos del FAGC de conseguir la legalización por considerar que es una asociación que atenta contra los derechos humanos, contraria a la salud pública, a la moral y a las buenas costumbres, es un signo más de que para el país oficial, la homosexualidad todavía es una abominación, una monstruosa perversión contra natura, etcétera.

En Madrid, la represión se ha materializado en el cierre de algunos pubs clubs o discotecas, como Oclock, Marilyn, Sacha's u Otello's. El que estos locales fueran públicamente conocidos como gays nunca se ha argüido como motivo del cierre. La falta de luz, el tráfico de drogas, irregularidades en los horarios y otros múltiples recursos que ofrece la laberíntica legislación al respecto han sido, teóricamente, la razón de su clausura.

Guía "gay" de Madrid

En los últimos diez años, el ghetto gay de Madrid ha crecido notablemente, a partir de una serie de centros dispersos, hasta ocupar una considerable superficie en el plano lúdico y nocturno de la ciudad. Actualmente, la zona rosa se extiende a ambos lados de la Castellana, a la altura del paseo de Recoletos, hasta Serrano, por un lado, y hasta Fuencarral, por otro; y en cada margen presenta unas características muy diferenciadas.En la parte de Serrano se encuentran los clubs de lujo, como Dorian's o Valentino's, en plan caro -una copa, quinientas pesetas-, con un público mayor o de mediana edad, de traje y corbata, que viven satisfechos de la vida y a los que ni por asomo se les ocurre pensar que el culo es -o puede ser- revolucionario.

Al otro lado de Recoletos, en el triángulo comprendido entre Chueca, Libertad y el Café Gijón, donde se localiza el tráfico carnal y prostitución gay, está el sector juvenil y libertario. Aquí convergen la progresía pasota y jóvenes maricas que llevan su homosexualidad sin ningún problema. Todos comparten, en pacífica convivencia, una serie de pubs, cafetines y antros musiqueros, aunque también hay algunos locales sólo para hombres.

«Recuerdo que hace diez años íbamos a los Sótanos a tomar un café por doce pesetas y a oír música: aquel era entonces el centro de encuentro», cuenta Juan, un militante del Flhoc. «De pronto empezaron las redadas y nos trasladamos al pub de Santa Bárbara. Allí estuvimos como un año, hasta que empezaron las redadas otra vez. Pero ya en aquella época se habían abierto los primeros pubs donde te podías tomar unas copas con tranquilidad.»

«El club más antiguo, casi histórico, que yo conozco de toda la vida», sigue Juan «es uno que está cerca de la glorieta de Bilbao, y que nunca, ni en las épocas más duras de represión, se ha cerrado. Parece ser que el dueño es hermano de un comisario de la policía, y cada vez que iban de visita una oportuna llamada de teléfono daba el aviso y se despejaba el local. Allí hasta se han proyectado películas pornográficas, cosa totalmente prohibida, de momento. »

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