_
_
_
_

Estados Unidos y Portugal firman un nuevo arrendamiento de las bases militares de las Azores

Estados Unidos y Portugal firmaron ayer un nuevo acuerdo de arrendamiento de las bases norteamericanas en el archipiélago de las Azores, que tendrá cuatro años de duración y por el que Washington pagará 140 millones de dólares (unos 9.000 millones de pesetas) en ayuda económica y militar.

El secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, se detuvo brevemente ayer en Lisboa, a su regreso de la cumbre de Viena, para proceder a la firma del acuerdo bilateral con su colega portugués, Freitas Cruz. Vance se entrevistó también con el presidente de la República, general Ramalho Eanes, y con el primer ministro dimisionario, Mota Pinto.El anterior acuerdo sobre las instalaciones norteamericanas en las islas Azores expiró en 1974, coincidiendo con la revolución que pusó fin al régimen dictatorial de Caetano. Desde entonces, la utilización de esas importantes bases por Estados Unidos se ha venido haciendo de forma tácita, sin que existiera un acuerdo que regulara la misma.

La principal instalación militar de Estados Unidos en el archipiélago de las Azores, situado a 850 millas náuticas de la costa portuguesa, es la base aérea de Lajes, en la isla de Terceira, aunque existen otros aeropuertos y bases navales en las islas de San Jorge, San Miguel, Santa María y Faial.

Lales demostró su importancia como punto de apoyo logístico y escala para repostar de los vuelos de aviones norteamericanos de transporte en ruta para Oriente Próximo durante la guerra árabe-Israelí de 1973, cuando en sólo veinticuatro horas repostaron 42 aviones de carga C- 141, con suministros militares para Israel. A principios de esta década un informe militar norteamericano estimaba en 560 el número de aviones que utilizaba cada mes la base de Lajes.

Nuevas misiones estratégicas

Sin embargo, las islas Azores no son importantes para Estados Unidos exclusivamente por su utilización como punto de escala de un eventual «puente aéreo» hacia Oriente Próximo, o para el reabastecimiento cotidiano de las fuerzas norteamericanas estacionadas en Europa. Un reciente informe del Congreso citaba a expertos militares que consideraban la misión más vital del archipiélago el servir como base de las unidades de guerra antisubmarina, encargadas de detectar y vigilar a los sumergibles soviéticos en aguas del Atlántico Norte y en las proximidades del estrecho de Gibraltar.Por otra parte, la futura entrada en servicio de nuevos modelos de aviones de carga, como el KC-10, capaz de volar sin escalas desde Estados Unido s a Israel, reducirá dentro de tres o cuatro años el valor de las Azores como simple «trampolín» en el océano Atlántico. Este tipo de avión de transporte, que inicialmente iba a ser operacional para 1981, es una versión militar del DC-10 civil y su desarrollo quizá pueda verse afectado por las aparentes deficiencias en la estructura de estos aviones que se viene investigando desde el accidente de Chicago, a finales de mayo.

El aspecto esencial del acuerdo de arrendamiento de las instalaciones militares de las islas Azores, cuyo texto aún no se ha hecho público, reside en si permite o no explícitamente la utilización de las bases para el aprovisionamiento militar de Israel en caso de un nuevo conflicto bélico en Oriente Próximo, del mismo modo que fueron utilizadas en 1973, con permiso del Gobierno de Caetano.

Ayuda económica

Un reciente informe del Congreso norteamericano indicaba que este aspecto no está claro, que Washington deberá pedir permiso al Gobierno de Lisboa y que en determinadas circunstancias, como en el caso de que Israel apareciera internacionalmente como el país agresor, Portugal podría negar ese permiso.El acuerdo firmado ayer en Lisboa por Vance y el dimisionario Freitas Cruz prevé la entrega de ochenta millones de dólares para ayuda al desarrollo económico del archipiélago, a razón de veinte millones anuales hasta 1983. Los restantes sesenta millones de dólares se destinan a ayuda militar para las fuerzas armadas portuguesas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_