Los profesores del instituto Gaudí denuncian un presunto fraude

Los profesores del instituto educativo Gaudí, de Moratalaz, han puesto en conocimiento de la delegación provincial de Educación un presunto fraude cometido por la empresa propietaria del colegio contra los Ministerios de Educación y Sanidad. Respecto al primero, porque la empresa cobró en el curso pasado cerca de cuatro millones de subvención, al tiempo que a los padres de alumnos se les pasaban recibos que los profesores estiman como abusivos. Y a Sanidad, puesto que durante dos años no cotizó a la Seguridad Social -ni siquiera están registrados-, a pesar de que les descontaba la cuota de sus salarios.La empresa en cuestión, Aprovechamiento de Espacios Urbanos, S. A., parece pertenecer a Teodoro Aldea, aunque éste lo niega y figura sólo como director gerente del colegio. En el último curso, los conflictos con los profesores fueron en aumento (llevan sin cobrar prácticamente los cinco últimos meses) y el señor Aldea optó por desaparecer del centro. Desde el 4 de junio no ha vuelto a aparecer por el mismo, así como todo el personal relacionado con la empresa. En el Gaudí quedan ahora sólo los profesores, secretaría y personal de limpieza. Según un informe redactado por el profesorado y entregado al subinspector de la Secretaría Técnica del Ministerio.

Huelga de profesores

Ante este cúmulo de irregularidades, agravadas por la actitud del director gerente de cerrarse al diálogo y la falta de respuesta eficaz que debía protagonizar la Delegación, los profesores no tienen más remedio que acudir a la huelga legal indefinida, convocada y autorizada para mañana, 18 de junio. Se da el caso de que ese día comienzan los exámenes de fin de curso. Los profesores han tenido conocimiento de una reunión mantenida por aquél, con algunos miembros de la Asociación de Padres de Alumnos, que antes habían presentado su dimisión como tales, en la que el señor Aldea intentó ponerles en contra de los profesores, alegando que la no celebración de exámenes era un acto de represalia contra los niños. Se da el caso de que el instituto Gaudí es el único de Madrid donde se estaba llevando a cabo una experiencia piloto de integración de niños normales con otros que padecen una lesión en la columna vertebral, conocida como de espina bifida, con la mitad inferior del cuerpo paralizada.

Los profesores han declarado a EL PAIS que su intención no es, en absoluto, perjudicar a los alumnos, pero que, ante el rumor de que la delegación podría optar por cerrar el centro en septiembre, lo que les arrojaría a engrosar la cifra de maestros en paro, no han tenido más remedio que acogerse a las posibilidades que permite la legislación laboral.