Enfado de Fraga por un intento de recorte de bulas y canonjías

Una enmienda socialista para la supresión en los Presupuestos Generales del Estado de una serie de partidas de menor importancia, destinadas al pago de una bula y de subvenciones al Tribunal de la Rota y al titular de la canonjía del Vaticano -entre otros-, que fue defendida en tono humorístico por el diputado Manuel Marín, irritó al portavoz de Coalición Democrática, Manuel Fraga, por considerarla una falta de respeto hacia los sentimientos religiosos.El señor Marín hizo un breve resumen de la historia de la bula Hispanarium Fidelitas y anunció que no hablaba bajo presión de ningún arrebato anticlerical. Según el señor Marín, la bula permite que se recen al año tres misas en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, en la que se ruega por todos los españoles y se dice que somos los mejores. El diputado socialista terminó pidiendo a sus devotísimas señorías que estas cantidades se destinaran al capítulo de cooperación técnica internacional.

En nombre de UCD, el diputado liberal Joaquín Muñoz Peirats alabó la loable intención socialista de incrementar los fondos de cooperación técnica internacional, pero matizó que en la etapa actual de transición en los acuerdos con la Santa Sede no era posible suprimir las partidas destinadas al Tribunal de la Rota y otros conceptos, partidas que, por otra parte, no suponen más de treinta millones de pesetas.

Cuando se iba a proceder a la votación se estropeó el mecanismo de votación electrónico, lo que provocó grandes risas y bromas entre los diputados, algunos de los cuales comentaban en voz alta: «Esto nos pasa por herejes». El presidente de la Cámara, Landelino Lavilla, pidió que la votación se realizara poniéndose en pie los diputados. Noventa y nueve estuvieron a favor, 157 en contra (UCD, CD) y 32 se abstuvieron (PC, andalucistas, PNV y Convergencia i Unió).

En medio de este ambiente distendido, el señor Fraga pidió explicar su voto y recordó que la Constitución prevé la cooperación con las confesiones religiosas. «Cuando hoy ha muerto otro hombre en Lemóniz, no es momento de ofender los sentimientos de muchos españoles creyentes con intervenciones que no califico de volterianas, porque Voltaire tenía mucha más altura.»