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Persiste el clima de violencia en el País Vasco

El asesinato del comandante de Infantería retirado Andrés Varela, a primera hora de la tarde de ayer, en la localidad guipuzcoana de Tolosa, constituye un nuevo elemento de tensión que añadir a la cadena iniciada el pasado domingo con la muerte de una joven manifestante en Tudela. Las manifestaciones y barricadas de¡ lunes y el martes, la huelga general, el asesinato de Luis Berasategui en Vergara el pasado miércoles, en atentado reivindicado por ETA militar, y el secuestro en la noche de este mismo día del delegado del Ministerio de Industria en Pamplona cierran el arco de la tensión de la presente semana en el País Vasco y Navarra.

El comandante Varela trabajaba actualmente como funcionario del Ayuntamiento de San Sebastián y fue capitán de Policía Armada. A las dos y veinte de la tarde de ayer, al descender del tranvía que había tomado en la capital donostiarra, fue abatido a tiros por dos encapuchados. Nadie, al parecer, presenció el criminal atentado, pero al oír los disparos los vecinos de las casas contiguas se asomaron a las ventanas y pudieron ver todavía cómo los agresores se alejaban sin demasiada prisa.Nada más conocer los hechos, se personó en el lugar del atentado el alcalde de Tolosa, el nacionalista Iñaki Linastasoro, quien señaló que iba a convocar un pleno urgente del Ayuntamiento, donde presentaría una moción de condena. Según sus declaraciones, Andrés Varela no tenía ninguna vinculación política conocida.

Por lo que respecta al secuestro del delegado de Industria en Navarra, señor Astiz, no se tiene información alguna sobre la identidad de los autores de tal hecho y sobre los móviles del mismo. Los miembros del comando, según los familiares del secuestrado, dijeron pertenecer a ETA político- militar, pero esta organización sigue sin reivindicar la acción.

En círculos no oficiales se especula con la posibilidad de que el secuestro pueda estar relacionado con la protesta antinuclear y con el hecho mismo de la muerte de la joven Gladis del Estal en una manifestación de este signo. Miembros de la familia Astiz se entrevistaron ayer con el responsable de un influyente partido vasco, solicitándole una mediación cerca de los secuestradores. El Parlamento Foral condenó el secuestro como «un atentado a los más elementales derechos humanos».

Los hechos violentos de las últimas jornadas han dado pie a Coalición Democrática para pedir un nuevo debate sobre el terrorismo. Por su parte, el PCE ha elevado una pregunta al Gobierno sobre los sucesos de Tudela. Páginas 15, 16 y 17

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