Dialogar y actuar

«Atravesamos un período más de dramatización provocada en el País Vasco, provocada por una actuación violenta e injustificable de la que un cuerpo público ha sido ejecutante. Y ello justamente en el momento en que en Vitoria se aunaban las representaciones políticas mayoritarias de Euskadi, en tomo al proyecto de Estatuto de Guernica. Se provoca, insistimos, desde diversos ángulos, contra lo que ese Estatuto representa como solución política (y no represiva) para la cuestión vasca. Luego urge su tramitación, su aprobación, su aplicación. Porque esa es la solución democrática, la solución nacional vasca, y la solución para la cohesión de los pueblos de España. (...)Paralelamente, en Madrid, tras la semana sangrienta del asesinato de altos jefes militares y de la tenebrosa explosión en California 47, se caza a otros dos guardias civiles. Dos guardias, en ese momento, de paisano (¿quiénes, cómo se sabía el trayecto que iban a seguir?, ¿qué grado de penetración, de infiltración, de información hay que poseer para perpetrar este y los anteriores atentados?). Que nadie venga a hablarnos de "grapos" organizados a nivel de base. No lo creemos. Detrás hay una red, un servicio de posibilidades de actuación y manipulación enormes. Y tan ajenos, tan alejados de todo lo que sea libertad que sacrifican a los miembros de las fuerzas públicas, como a los de las fuerzas armadas, para provocar la respuesta ciega de esos cuerpos contra el sistema democrático y sus instituciones constitucionales. ( ... )

Pero la conspiración no ha sido desarmada; la provocación no ha sido acogotada. Y los problemas pendientes del país reclaman soluciones. Hay que llevar la respuesta más lejos, más a fondo.

Y las fuerzas democráticas, constitucionales, institucionales, para dar esa respuesta, tienen que restablecer su diálogo y actuar. »

, 6 de junio