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El terrorismo, antidemocrático

«Ningún país puede vanagloriarse de escapar a la locura asesína de minorías activistas. La bomba que terroristas de los GRAPO o de ETA hicieron estallar én una cafetería del centro de Madrid, veinticuatro horas después del asesinato de cuatro miembros de las Fuerzas Armadas, supera lo que puede llamarse un límite tolerable en una nación democrática. Diecinueve muertos en 48 horas, sin contar los heridos graves, es mucho. Son demasiadas víctimas en una España donde la democracia, pese a los brillantes éxitos iniciales, da sus primeros pasos. ( ... ) Hasta el presente. se consideraba la nueva España de Juan Carlos y de su primer ministro. Adolfo Suárez, como un cuerpo asombrosamente sano. afectado superficialmente por un mal geográfico localizado y que por esta razón no parecía gangrenar el conjunto del país. ( ... ) Las instituciones democráticas, el estatuto de autonomía vasco y catalán habrían podido dominar el delirio separatista de un puñado de fanáticos. La población vasca, tradicionalista y moderada en su inmensa mayoría, acabaría por sublevarse contra el suicidio económico al que un grupo de irresponsables los condenaban, lo que significaría su fin.Las cosas, desgraciadamente, no han ocurrido como lo exigía la lógica y la razón. La lógica y la razón no son los componentes de la psicología vasca. El que una Constitución incontestablemente muy liberal, y que abre la puerta a todas las fórmulas de autonomía, no haya convencido a los vascos para zafarse de ETA, es debido al temor de represalias por parte de la minoría activista. Además, el Gobierno de Madrid, tan hábil para solucionar el problema catalán, no ha sabido maniobrar como hubiese sido necesario en el momento oportuno. (...) Pero ha carecido de inspiración política en esta circunstancia. Porque es un factor temible de desestabilización nacional; el debate sobre la amplitud de la autonomía vasca se aplazó indefinidamente. (...) Hubiese sido preferible coger el toro por los cuernos antes de que los desestabilizadores profesionales, a quienes el problema vasco ya no les interesa, hubiesen tenido tiempo de abrir la brecha, antes de, que levante cabeza una extrema derecha fascista y de excitar a todos los amantes del orden. sobre todo a los militares. (...)»

, 28 mayo

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