Tito, en Argelia para mantener la cohesión de los "no alineados"
El presidente Josep Broz Tito inició ayer en Argel una nueva fase de su ofensiva diplomática destinada a preservar la cohesión del grupo de países no alineados, ante la perspectiva de la próxima cumbre de éste en La Habana, en septiembre próximo. El dirigente yugoslavo intentará obtener el apoyo de los líderes argelinos para reafirmar los principios esenciales del movimiento, centrados en su rechazo a la política de bloques.Tito, que acaba de cumplir 87 años de edad, dio la impresión de un hombre todavía dispuesto a dispensar todas sus fuerzas para desarrollar una nueva batalla personal y mantener a los no alineados, de cuyo movimiento es miembro fundador, fuera de la influencia cubano-soviética.
El presidente argelino, Chadli Bendjedid, le recibió ayer con gestos de gran efusión, y todos los m edios informativos de Argelia dedicaron amplios espacios a ensalzar la concertación argelino-yugoslava sobre los objetivos del no alineamiento.
El líder yugoslavo va a defender la tesis del grave peligro que corren los 88 países que integran el grupo no alineado (77 en el momento de su fundación, durante la conferencia de Bandung celebrada en 1954) si se acentúa su desliz gradual hacia una zona de influencia soviética.
Los conflictos que dividen a los miembros del grupo, esencialmente los temas de la invasión vietnamita a Camboya, la presencia cubana en Africa y el deseo de los países árabes de ver expulsado a El Cairo, conducen a Yugoslavia a predicar una política de moderación y a pulsar el grado de concertación factible con los nuevos dirigentes argelinos.
Durante el mandato del fallecido Bumedian el régimen argelino rechazó apoyar toda votación contraria a la presencia cubana en el continente africano, en las instancias internacionales, y consideró que la misma constituía un factor de equilibrio, refiriéndose al ejemplo de Angola. Posteriormente, el mismo Bumedian hizo saber a la dirección cubana que su credibilidad ante los africanos se iría al traste si mantenía una presencia militar en Eritrea.
