Ocho muertos y cerca de cuarenta heridos por la explosión de una bomba en una cafetería de Madrid
Ocho personas resultaron muertas y otras cuarenta heridas a consecuencia de la explosión de una potente bomba, a las siete de la tarde de ayer, en una cafetería frecuentada por militantes de extrema derecha. El atentado sucedió sólo veinticuatro horas después de que terroristas de ETA asesinaran en Madrid al jefe superior de Personal del Ejército, dos coroneles y un civil. La explosión de ayer en la cafetería California 47 culmina el fin de semana más violento de los últimos cinco años. En las últimas 48 horas, diecisiete personas han perdido la vida como consecuencia de atentados terroristas o de acciones relacionadas con la lucha contra el terrorismo. La ciudad ofrecía al filo de la medianoche un panorama desolado y se detectaba un ambiente de tensión.
El atentado contra la cafetería California 47 ocurrió a las siete menos cinco de la tarde, aproximadamente. Una bomba de gran potencia, que, según los primeros cálculos, contenía de cuatro a cinco kilos de goma-2, hizo explosión en los lavabos de la planta baja del local, frecuentado a esa hora, fundamentalmente, por mujeres de edad avanzada que acuden allí habitualmente para merendar.Según un testigo presencial, un hombre rubio que vestía jersey rojo abandonó poco antes los lavabos, realizó una llamada telefónica y corrió escaleras arriba. Precisamente sobre las siete menos cuarto de la tarde se recibió una llamada anónima anunciando la colocación de un explosivo en el lugar del suceso, desde donde dieron la alarma al 091. La bomba explosionó pocos minutos después, cuando un equipo de desactivación de la Policía se dirigía hacia la cafetería. Hasta el momento ningún grupo ha reivindicado el atentado.
Las víctimas fueron trasladadas a varios centros hospitalarios cercanos en coches particulares, coches-patrulla de la policía que acudieron rápidamente al lugar del suceso y ambulancias. Decenas de personas acudieron a los hospitales para ofrecerse como donantes de sangre.
Simultáneamente comenzó a exteriorizarse la indignación de las personas que se agolpaban en los alrededores de la cafetería. «Gobierno, asesino» y «ETA, asesina» fueron los gritos más coreados. La policía actuó con rapidez para impedir que un numeroso grupo de fotógrafos fuera agredido. Escenas de gran tensión se registraron en los centros sanitarios donde fueron trasladados los heridos y muertos.
Una hora después del atentado, aproximadamente, grupos de personas se manifestaron ante la sede del Partido Comunista de España (PCE), situada en la calle de Castelló, y otros grupos acudieron a los locales de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), en la calle de la Libertad. La pareja de la Policía Nacional que custodiaba la sede del PCE se vio en dificultades para mantener el orden y pidió refuerzos. Cinco furgonetas con equipo antidisturbios acudieron rápidamente.
Los manifestantes consiguieron llegar hasta los locales de la CNT donde se encontraba reunido e comité regional. Los asistentes a la reunión hicieron frente a los asaltantes, que huyeron. Uno de los atacantes perdió un llavero con las insignias de Fuerza Nueva.
Hasta altas horas de la noche se detectó la presencia de grupos el jóvenes ultraderechistas, especial mente en las calles del barrio de Salamanca, donde se efectuó un gran despliegue policial. Los manifestantes gritaban «Ejército al poder» y proferían insultos contra el Gobierno y el Jefe del Estado, así como contra los líderes del PCE.
El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y el ministro del Interior, teniente general Ibáñez Freire, que se encontraban en Sevilla con motivo de los actos de homenaje a la bandera presidido por el Rey, regresaron urgentemente a Madrid a medianoche Nada más llegar al palacio de la Moncloa, el presidente del Gobierno se reunió con los ministros del Interior y de la Presidencia y con el director de la Seguridad del Estado, en una sesión de trabajo que continuaba a primeras horas de esta madrugada.
Las diecisiete muertes ocurridas en los dos últimos días son las siguientes: ocho en la explosión registrada ayer en la cafetería California 47; tres militares y un civil, en el atentado ocurrido en Madrid el día anterior; un inspector de policía y un civil en Sevilla, en un tiroteo ocurrido el pasado viernes; dos presuntos miembros de los GRAPO, muertos ayer en un tiroteo con fuerzas de la Guardia Civil en, la carretera de Valencia a Cuenca -cerca de Ademuz-, y una persona muerta el pasado viernes por la mañana, en un control policial de Fuencarral establecido tras el atentado a los militares.
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