La polémica socialista
Felipe González ha querido adaptar los principios de su partido a la realidad política española, intentando suprimir el término marxismo de los postulados del PSOE.La sociedad que Marx conoció estaba compuesta por dos bloques irreconciliables, entre los que existía un gigantesco abismo: la burguesía y el proletariado. La realidad de hoy es muy distinta. La nuestra es una sociedad de clases medias que no comulga con la abolición de la burguesía, porque, en realidad, todos somos pequeños burgueses o, al, menos, hacemos sobrados- méritos para llegar a serlo.
Las soluciones que se deben esgrimir para dar salida a nuestros problemas no tienen por qué estar aferradas a unos principios que dada la estructura de la actual sociedad no son válidos. Y Felipe González así lo ha entendido.
Los militantes del PSOE, con su erróneo análisis de la realidad de la sociedad española, han hecho renunciar a un hombre que verdaderamente sabe ver e interpretar las necesidades de nuestro pueblo y que, además, ha demostrado ser un político honesto que no tiene ningún apego a la poltrona del poder, si no es para defender sus principios y sus ideales.
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