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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Defensa de USO

De modo que el señor Kersten, don Otto, secretario general de la multinacional de influencia norteamericana CIOSL, superpotencia sindical, ha enviado un telegrama al señor Suárez, de España, para ocuparse de esa «minoría» llamada USO; ese sindicato socialista autogestionario que pretende funcionar sin un partido político que le dé órdenes y que tiene la osadía de enfrentarse a las poderosas mayorías para reclamar su puesto al sol. Mucho ruido me parece a mí para una despreciable minoría. Las superpotencias multinacionales no suelen perder el tiempo en tonterías. «Time is money», dicen ellos. Entonces, ¿por qué, don Otto? ¿Por qué ese interés en aniquilar a la USO? Porque aniquilamiento es, para una central sindical, el negarnos los cauces de representación de los trabajadores, grande o pequeña, la que nos corresponda. Que no pedimos otra cosa.De todas formas, lo de don Otto y la OIT es sólo una anécdota. Hay cosas más serias; por ejemplo, que EL PAIS de 20 de mayo, en su información sobre el tema de la OIT, diga: «USO, a la que se ha acusado en repetidas ocasiones de recibir dinero de UCD - a pesar de sus desmentidos -...» ¿Quién ha acusado? ¿Qué credibilidad tiene la acusación? Consciente o inconscientemente estáis colaborando a una gran injusticia: el abuso de poder de las mayorías sobre las minorías, la marginación de miles de trabajadores que se sienten representados por la Unión Sindical Obrera.

Y una última pregunta a los compañeros de CCOO y UGT: ¿Por qué ese interés en marginarnos sistemáticamente, desde la negociación de convenios colectivos hasta el acto simbólico de democracia, solidaridad y unidad de los trabajadores que representa la presidencia rotativa de la delegación ante la OIT? Vosotros representáis a muchos trabajadores, más que nosotros, pero no representáis a todos los trabajadores. ¿Por qué nos negáis el pan y la sal de nuestra representatividad?

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