La izquierda gallega acusa a UCD de boicotear el Estatuto

La izquierda gallega ha expresado su desacuerdo con el comportamiento político de UCD, con respecto a la elaboración del Estatuto de Galicia. Todos los partidos, desde el PSOE a los nacionalistas, coinciden en señalar que el partido del Gobierno está demorando la discusión del tema para limitar el futuro autonómico gallego.

El Comité Central del Partido Comunista de Galicia se pronunció en términos duros, acusando a UCD de poner en práctica maniobras antiautonomistas, que sólo tratan de buscar ventajas para la derecha gallega. Los comunistas denuncian concretamente los intentos de dominar la Junta de Galicia que, en su opinión, están llevando a cabo los parlamentarios ucedistas Pío Cabanillas, Gómez Franqueira y David Pérez Puga.Dentro de esta óptica, el PCE incluye la intención manifiesta de la derecha de utilizar el problema de la capitalidad para enfrentar a los gallegos y conseguir así el retraso indefinido de la autonomía, con el fin de poner en entredicho a los nuevos ayuntamientos democráticos. Como alternativa, proponen los comunistas la unidad de toda la izquierda y llaman expresamente a esta unidad en las fechas próximas importantes del Día das Letras Galegas (17 de mayo), Día del Estatuto (28 de junio) y Día Nacional de Galicia (25 de julio).

Por su parte, el PSOE reafirmó a EL PAIS su intención de servir de portavoz parlamentario de toda la izquierda gallega y su voluntad de exigir que se apruebe el Estatuto de Galicia tal como fue concebido en el borrador elaborado por la comisión de los dieciséis. «No aceptaremos -contestó Indalecio Tizón- modificación alguna que trate de reducir- el espíritu expresado por el borrador. Si UCD quiere otro Estatuto tendrá que imponerlo por la fuerza de los votos y contradiciendo lo que sus representantes aprobaron ya. Un partido serio no puede tener la mitad de los miembros de la comisión de los dieciséis, y salir luego diciendo que estaban sólo para sistematizar el trabajo. La UCD tendrá que aclararse antes de que el pueblo gallego decida exigirle responsabilidades.»