La ley de Propiedad Intelectual, ante un proceso de revisión

Durante esta semana se ha celebrado en Madrid la reunión de la Comisión Jurídica y de Legislación de la Asociación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores, a cuya organización pertenece la Sociedad General de Autores de España. Esta reunión tiene lugar en Madrid, por cumplirse este año el centenario de la primera ley de Propiedad Intelectual en nuestro país. A este respecto EL PAÍS habló con el presidente de la entidad, Federico Moreno Torroba, y el director de la misma, Emilio Martínez Giménez.

La cuestión del derecho de autor, de la propiedad intelectual en su conjunto, ha ido variando sustancialmente desde que se promulgó aquella ley de 1879. Hoy en día no sólo ha de readaptarse el mismo concepto de propiedad intelectual, sino, cosa importante, cuándo y cómo ha de aplicarse ésta a los efectos prácticos, esto es, la recaudación y posterior reparto del dinero generado por ese concepto.Según Moreno Torroba, «aquella vieja ley era en realidad magnífica y ha servido de ejemplo para numerosas leyes posteriores, no sólo hispanoamericanas, sino también europeas. Sin embargo, ha de ser adaptada a los tiempos que corren, sobre todo en la cuestión musical, retransmisiones por radio o televisión o ejecuciones en discotecas. Pero no sólo esto, sino también garantizar el cobro efectivo de esos derechos. En Francia, por ejemplo, no se escapa nadie, mientras aquí tenemos el problema del cine, que por una teoría que se han inventado los exhibidores nos deben aproximadamente setecientos millones de pesetas, que no hay manera de cobrar ».

En el campo internacional también se dan nuevos problemas que la comisión de juristas de 52 países está tratando de resolver. Emilio Martínez Giménez resaltaba los siguientes puntos: «Los nuevos temas que se plantean corresponden a los derechos generados por las nuevas formas de televisión: por cable y por satélite. Determinar quién es el responsable del pago del derecho de autor, aquel que emite o aquel que recibe, plantea numerosos problemas jurídicos internacionales. Además, se da el caso de que también en este terreno existe la piratería, de forma que algunos países tiran de la señal del satélite y después, sencillamente, no pagan. Otro tema es la piratería en la industria discográfica y los permisos de representación de obras dramáticas en radio o en televisión.»

Uno de los mayores problemas que se dan en la actualidad es la desproporción (de corte imperialista) que se da entre los derechos de autor en diferentes países. Las multinacionales del cine o del disco imponen el pago de derechos de autor desde los países no excesivamente desarrollados hasta otros hiperdesarrollados sin contrapartida práctica posible.

«Una posibilidad que se vio es la de primar el derecho de autor nacional, con lo cual se equilibraría algo el sistema. Sin embargo, esta transformación requeriría un cambio absoluto en los criterios de la asociación internacional, cosa que no es fácil.» Otro problema tradicional es el cobro de derechos en los países del este de Europa: «Este tema va camino de resolverse, y de hecho la URSS se acogió ya a los convenios internacionales. Ocurre, sin embargo, que arrastran problemas organizativos de todo tipo, un poco como ocurre con sociedades suramericanas que tradicionalmente no pagaban, más por falta de capacidad técnica que por mala voluntad.»

Hoy por hoy, y con independencia de sus problemas internacionales, la Sociedad General de Autores tiene que lidiar con otros de carácter interno. Rémoras derivadas de su anterior funcionamiento, la posibilidad de que los novelistas se integren en la sociedad y los cobros de multitud de derechos que en estos momentos no están todo lo controlados que debieran. Todo un reto.