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Los industriales de la CEE apoyan un programa de utilización racional de la energía

Los industriales de los nueve Estados miembros del Mercado Común, agrupados en la Unice (Unión de Industrias de la CEE), declararon en un informe presentado en Bruselas que «es necesario desarrollar en la CEE políticas severas de utilización racional energética». El documento se inscribe en la línea general de medidas que adoptan casi todos los Gobiernos europeos en pro de una reducción energética, petróleo en especial, ante el temor de una penuria importante a partir del próximo otoño.

El Gobierno belga practica una reducción del suministro de fuel doméstico y anuncia medidas globales de ahorro energético, sin llegar a hablar de racionamiento de la gasolina, «excepto en caso de acontecimientos políticos imprevisibles», dijo Willy Claes, ministro de Asuntos Económicos. Los porcentajes de reducción de energía se sitúan alrededor del 5 %, en relación con el consumo de 1978; cifra recomendada a sus países miembros -España entre ellos- por la AIE (Agencia Internacional para la Energía).Según la Unice, sería más temible para la industria europea un fuerte aumento del precio de los productos energéticos, con efectos sobre la inflación, recesión y deterioro de balanzas de pagos, que un ahorro obligado del consumo energético. Para abastecer la demanda energética mundial en el futuro sería necesario explotar 650 nuevas minas de carbón, seis nuevos campos de gas natural, comparables al holandés de Groninghue -uno de los más importantes del mundo-, yacimientos petrolíferos siete veces superiores a los de Niceria e instalar seiscientas centrales nucleares de mil megavatios cada una, según el informe elaborado por la Unice.

El sector nuclear se presenta por parte de los industriales europeos cómo la panacea para reducir los efectos de la carencia energética en Europa, pidiendo a la CEE una política firme de desarrollo del átomo en el sector energético, acompañada de una campaña de sensibilización e información de la población europea sobre lo que supone la energía nuclear. Otras fuentes energéticas jIternativas a la nuclear son analizadas desde el punto de vista de necesarias, pero con pocas perspectivas de llegar a representar un papel importante en un futuro a medio plazo. En petróleo, se piden ayudas de orden fiscal por parte de los Gobiernos para estimular a las actividades de exploración y producción de nuevos yacimientos. En gas natural, se propone una política de importación con acuerdos comerciales a largo plazo, la exploración de nuevos campos y el desarrollo de técnicas de gasificación subterránea a partir del carbón.

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