El Gobierno argelino quiere impulsar el modelo de gestión económica socialista

A pesar de las críticas que ello suscita en algunos sectores de la población argelina, el régimen que encabeza el presidente Chadli Benjedid se dispone a reforzar todavía más, en un futuro cercano, el sistema de gestión socialista de las empresas, considerándolo como el modelo idóneo para acelerar su despegue económico.

Más de 2.000 cuadros y obreros especializados participan, desde el pasado martes, en la tercera conferencia en torno a la gestión socialista de las empresas argelinas, bajo la dirección de los principales responsables de los aparatos del Estado, el partido y el sindicato único argelinos.El objetivo que pretende la dirección política argelina es el de integrar, en el citado método de gestión, un máximo de empresas, entre las que se encuentra la firma estatal Sonatrach, encargada del monopolio de hidrocarburos. En la actualidad más de 900.000 trabajadores no se hallan asociados a la gestión socialista, frente a un efectivo de 322.000 personas organizadas en el seno de 57 empresas y 832 unidades de producción.

El Gobierno ha insistido, en las últimas semanas, en los factores benéficos de la gestión socialista que, en su opinión, debe repercutir en una sustancial mejora de las condiciones de vida de los argelinos y en combatir eficazmente la creciente indisciplina laboral y el absentismo, pero, en la práctica, el método de gestión económica es acogido con bastante reticencia por los trabajadores. La producción de los llamados poblados socialistas es muy inferior a la que obtienen los pequeños campesinos privados, y la congestión de los circuitos de distribución y transporte es achacada a la forma displicente de trabajo de los organismos en los que se ha implantado por decreto la gestión socialista.

Recientemente las autoridades negaron de forma oficial que el descanso semanal fuera trasladado de nuevo al domingo, en lugar del viernes, como se realiza actualmente, en función de los ritos islámicos. Esta decisión ha sido acogida con frialdad por los argelinos, quienes critican el hecho de que, en la práctica, la gestión económica sólo es efectiva tres días a la semana, de lunes a miércoles.

Otro ejemplo que merece reflexión es el hecho de que la habitual congestión del puerto de Argel, con una media de treinta barcos esperando, hasta dos meses, en rada, sólo ha podido ser aliviada con la implantación de un método de primas a los descargadores. La escasa politización de los trabajadores es considerada como la verdadera razón que ocasiona tales situaciones, aunque, a nivel popular, el bajo interés laboral se achaca a las limitaciones existentes en materia de artículos vitales, incluso alimenticios, y al bajo poder adquisitivo.