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El accidente atómico de Harrisburg se ocultó durante dos días

Un técnico de la central nuclear de Harrisburg explicó a un grupo de congresistas nortearnericanos su versión sobre el grave accidente registrado en la planta atómica a finales de marzo, que no coincide en muchos aspectos con la versión facilitada al Congreso por las autoridades federales en materia nuclear.

Jim Floyd, un supervisor de la sala de control de la central Three Mile Island, dijo ante una docena de atónitos congresistas que visitaban la planta atómica que los inspectores federales de la Comisión Reguladora Nuclear sabían que el núcleo del reactor estaba seriamente dañado dos días antes de cuando dijeron haberse enterado.

Según el empleado de la central nuclear, la primera prueba de que el núcleo del reactor había sufrido daños se tuvo a la una de la tarde del 28 de marzo, unas diez horas después de que comenzara el proceso que llevó al más grave accidente de la historia de la energía nuclear.

Inspectores de la Nuclear Regulatory Commission vieron como diversos instrumentos de la sala de control mostraban la existencia de daños en el núcleo del reactor, pero la versión oficial es que hasta el 30 de marzo no se comprobó la gravedad del accidente, dijo Jim Floyd.

El técnico dijo asimismo que los empleados que trabajaban en la sala de control no advirtieron que una válvula estaba abierta y filtrando agua radiactiva, porque el indicador correspondiente no funcionó y mostraba la válvula como cerrada, por lo que el error no fue humano, sino del panel de control.

Simultáneamente a las declaraciones del supervisor de la central atómica, dos influyentes senadores, uno de ellos Edward Kennedy, anunciaban su apoyo a una moratoria del plan nuclear norteamericano.

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