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Peligroso incendio en el populoso barrio bilbaíno de Recaldeberri

La acción de los bomberos, aislando mediante cortinas de agua y espuma la planta cuarta de un edificio industrial que se había incendiado hacia las ocho de la mañana de ayer en Bilbao, impidió que las llamas alcanzasen el almacén de Laboratorios Bilper, donde se guardaban varios miles de litros de alcohol (40.000 según impresiones recogidas en el Ayuntamiento y 7.000 según el propietario). El edificio siniestrado se encuentra, por otra parte, en pleno barrio de Recaldeberri, que, con sus más de 50.000 habitantes, es el más populoso de Bilbao.

El siniestro se inició, al parecer, a causa de un corto circuito ocasionado en el sistema eléctrico de la empresa Comercial de Droguería y Perfumería, situada en la primera planta. La combustibilidad de los materiales allí almacenados hizo que lo que inicialmente era un pequeño incendio se convirtiera en pocos minutos en un siniestro de grandes proporciones, que obligó a acordonar una amplia zona y a desalojar de sus viviendas a doscientas familias.En el edificio, de seis plantas, hay un almacén de droguería, una empresa de electrodomésticos electromecánica, un laboratorio de productos químicos y dos imprentas. El hecho de que el sector de artes gráficas se encuentre desde hace trece días en huelga evitó probablemente que se produjeran víctimas entre los trabajadores de dichas imprentas, cuyos materiales -disolventes, tintas, colas, etcétera- ardieron espectacularmente, entre pequeñas explosiones que se sucedían periódicamente.

El portero del edificio comercial hubo de ser evacuado por la terraza de su vivienda, en la última planta, hacia el tejado de la casa contigua, del que, a su vez, fueron posteriormente desalojados todos los vecinos.

Una fuente de la Delegación Provincial del Ministerio de Industria aclaró a EL PAÍS que los permisos para la ubicación de industrias en zona urbana dependen de la Comisión Provincial de Servicios Técnicos, en la que, bajo la presidencia del gobernador civil, están representadas las delegaciones de varios ministerios. El dictamen de dicha comisión pasa al servicio correspondiente del Ayuntamiento, que es quien, en base a la calificación -industria nociva o peligrosa, etcétera-, exige las condiciones de seguridad adecuadas antes de otorgar el permiso definitivo de funcionamiento. Sin embargo, ni en el Ayuntamiento ni en la delegación ministerial pudieron adelantar si en el caso concreto del edificio siniestrado se habían respetado las condiciones de seguridad exigibles.

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