Nueva amenaza de "marea negra" en la Bretaña francesa

Los responsables franceses estimaban ayer que la colisión, en las costas bretonas, de dos buques, uno de ellos cargado con 32.000 toneladas de petróleo, no provocará una marea negra semejante a la que el año pasado siniestró estas mismas costas al reventar el Amoco-Cádiz. No obstante, otros medios indican que existe un riesgo remoto. El accidente se produjo ayer, alrededor de las cuatro de la madrugada, a unos sesenta kilómetros del suroeste de la isla de Ouessant. El petrolero Gino, de Liberia, en un momento en el que la niebla era muy espesa, transportador de las 32.000 toneladas de petróleo y que, procedente de Texas, se dirigía hacia el puerto francés de Le Havre, chocó con el buque noruego Team Castor, de 33.000 toneladas de capacidad, pero que circulaba vacío hacia el Atlántico.El Gino, que mide 2 10 metros de largo, empezó poco después a hundirse y ayer, a mediodía, ya se confirmó que había tocado fondo.

Una parte de los medios que Francia ha dispuesto tras el accidente del Amoco-Cádiz intervinieron ayer. Quince navíos de la Marina Nacional llegaron hasta el lugar de la colisión y, según fuentes oficiales, se han observado dos capas de petróleo, de dos kilómetros de largo y doscientos metros de ancho, cada una de ellas, que los equipos desplazados intentan dispersar con un crudo pesado especial.

Ayer por la noche, los responsables marítimos de Brest se manifestaron relativamente optimistas. En su opinión, teniendo en cuenta que el Gino ha tocado fondo (la profundidad del mar es de 120 metros en el lugar de la colisión) y, por otra parte, dada la densidad del petróleo, éste se depositaría en la profundidad del océano.