Mauritania cederá al Frente Polisario su parte del Sahara occidental
Por sus implicaciones para el conflicto del Sahara y para toda la región de Africa occidental ha despertado gran expectación el anuncio de la agencia de noticias y la radio libias según el cual Mauritania firmó el lunes pasado un protocolo en el que se compromete a ceder el Tiris el Gharbia al Polisario. Esta decisión, que, no obstante, no ha sido confirmada oficialmente por los principales interesados, mauritanos, argelinos, marroquíes y polisarios, de ser cierta significaría el primer paso concreto para poner en marcha una dinámica negociadora que tiene tantas posibilidades de desembocar en la paz como en la guerra. El acuerdo definitivo, según las mismas fuentes, será ratificado el próximo 26 de mayo en Trípoli.
En realidad, una actitud como la que se indica de parte del Gobierno mauritano no puede coger por sorpresa. El nuevo hombre fuerte de Nuakchott, coronel Uld Busseif, había declarado hace menos de una semana al periódico marroquí Maroc-Soir que «Mauritania está dispuesta a aceptar la autodeterminación de los saharauis del Tiris el Gharbia (Sahara mauritano) con todas las consecuencias que implica un referéndum para la autodeterminación».Resulta, sin embargo, contradictorio que sea precisamente bajo Uld Busseif, un hombre que se hizo con el poder efectivo con reputación de pro-marroquí, cuando Mauritania decida adoptar una postura que hubiera llevado a la caída de cualquier otro Gobierno en Nuakchott. De hecho, y según todos los indicios, los mauritanos informaron al Gobierno marroquí inmediatamente después de firmados los acuerdos de Trípoli -si es que tal cosa ha sucedido-, pues el martes último el ministro mauritano de Asuntos Exteriores, Uld Abdalla, a su regreso de Trípoli hizo una escala en Rabat para entrevistarse con las autoridades de ese país.
Inmediatamente después de esa visita, el rey Hassan II convocó en sesión extraordinaria al Consejo de Defensa Nacional, en la que participó su asesor para asuntos militares, coronel Dlimi, y el ministro del Interior, Driss Basri.
Mientras que el Polisario afirmaba ayer en Nueva York que «un acuerdo como éste no es más que la mitad del camino hacia la independencia», en Rabat se considera la posibilidad del establecimiento de un Estado saharaui en el Tiris el Gharbia como una grave amenaza para la seguridad de Marruecos. De hecho, la aplicación de la resolución mauritana encontrará serias dificultades, pues marroquíes y polisarios pueden disputarse militarmente el control de ese territorio en el que se encuentran aún 6.000 hombres del contingente marroquí que estaba inicialmente estacionado en Mauritania.
Quizá en estas circunstancias resulte importante la reunión del segundo Consejo de Ministros del pacto de defensa y no agresión de la Comunidad Económica de Africa Occidental (Níger, Mauritania, Costa de Marfil, Mali, Alto Volta y, Senegal) iniciada ayer en Nuakchott. La idea de este pacto surgió a raíz de la invasión de Shaba en 1977 y como reacción del Africa francófona ante la posibilidad de amenazas exteriores militares. Los ministros de este pacto tratan ahora de concretar la creación -probablemente bajo la égida de Francia- de una fuerza interafricana preventiva que sería una especie de OTAN del Africa francófona.
Asimismo, el Gobierno mauritano, confirmando indirectamente que importantes negocia,ciones están en curso, envió mensajes explicativos al presidente de Mah, Mussa Traoré, que junto con el de Nigeria, general Obasanjo, fueron comisionados por la OUA para presentar en la próxima cumbre de julio un informe sobre el conflicto del Sahará. Según otras fuentes, polisarios y mauritanos comenzaron el miércoles una nueva ronda de conversaciones en Bamako.
En Francia, cuya diplomacia puede estar implicada en todo el actual movimiento, fuentes Fidedignas del Qual d'Orsay declararon ayer al corresponsal de EL PAIS en París que la noticia dada en Libia «de ser verdad, sería interesante».
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