Ruth Costa Melo
Empleada de comercio de veinticinco años, que vive en una pequeña ciudad junto a Río de Janeiro, ha resultado ser la virgen María que se apareció el pasado 11 de febrero a tres niñas en un lugar del sur de Brasil y que luego se transformó en un importante punto de peregrinaciones. Los niños confundieron a Ruth, que, cabellos negros y vestida de blanco y de largo, hacía turismo en un monte de Río Gloria do Alto, con la virgen María.
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