Interrogatorio decisivo al presunto dirigente de las Brigadas Rojas, Antonio Negri

Esta mañana tendrá lugar en la cárcel de Rebbibia, de Roma, el tercer interrogatorio de los jueces romanos al famoso catedrático de Teoría del Estado Antonio Negri, acusado de insurrección armada contra el Estado, de ser el jefe de las Brigadas Rojas y, por tanto, el organizador y responsable del secuestro y asesinato de Aldo Moro. Existe mucha expectación y preocupación por el encuentro de esta mañana de la autoridad judicial con el intelectual revolucionario y líder de Autonomía Obrera, porque este tercer interrogatorio debería ser decisivo para que la opinión pública pueda conocer sobre qué pruebas se fundan acusaciones tan graves que implican pena de cadena perpetua.

Expectación en la opinión pública y preocupación en los medios políticos, porque después de los dos primeros interrogatorios, prácticamente las pruebas presentadas por los magistrados son de poco peso y han llevado a los abogados de Negri a recurrir a la alta Corte de Casación para pedir la anulación del mandato de prisión de Negri. Hasta ahora nada de lo que los jueces le han presentado como acusación significa, en ningún modo, «insurrección armada contra el Estado».Por parte de los jueces, existe el más absoluto silencio. Por eso, las únicas noticias se pueden saber sólo a través de los abogados. Según éstos, Negri ha sido acusar do de poseer entre los papeles que había escondido en casa de un amigo arquitecto de Padua un documento con el organigrama de grupos terroristas. Pero, según los abogados, todos estos documentos los terroristas los desparraman en las diversas asambleas de Autonomía y Negri los conservaba y los comentaba con apuntes por motivo de estudio. Lo mismo se dice, según los abogados, del otro documento sobre el comportamiento que el «perfecto» terrorista debe tener

Por lo que se refiere a la acusación de haber sido quien telefoneó a la casa de Moro el 30 de abril para comunicar la sentencia de muerte del dirigente democristiano, por parte de los terroristas, Negri ha calificado la acusación de infamia y se ha declarado dispuesto a una prueba fónica. Se ha empezado ya a decir que la voz podría ser de un terrorista alemán que conocía perfectamente el italiano. De todos modos, puesto que la policía afirma que la llamada de teléfono fue hecha desde una cabina de la estación de ferrocarril de Roma, bastaría probar que Negri ese día no estaba en Roma para que caiga una de las pruebas más importantes.

Cortina de silencio

EL PAIS ha podido recoger en ambientes comunistas una viva preocupación sobre la posibilidad de que pueda desinflarse la mayor investigación judicial sobre el terrorismo de extrema izquierda organizada en Italia en los últimos treinta años.