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Washington estudia crear una fuerza de choque para el golfo Pérsico

El Gobierno norteamericano está estudiando la creación de una fuerza militar, compuesta por 100.000 hombres, que tendría por misión intervenir en defensa de los intereses de Estados Unidos en cualquier punto del mundo, y especialmente en el área del golfo Pérsico.Los planes para formar este cuerpo de intervención, que estaría equipado con tanques y artillería pesada, comenzaron a prepararse después de la caída del régimen del sha Reza Pahlevi en Irán. Otra opción que viene estudiándose desde entonces es la creación de una nueva fuerza naval, que se denominaría probablemente la Quinta Flota, y que estaría encargada de defender las rutas marítimas por las que se transporta a Occidente el petróleo de Oriente Próximo.

Aunque el Pentágono no ha confirmado aún la existencia de estos planes, el diario New York Times indicaba ayer que los altos jefes militares norteamericanos han aceptado la doctrina estratégica de que Washington debe estar dispuesto para luchar en «una guerra y media». La primera conflagración sería la defensa de Europa occidental frente a una hipotética invasión del Pacto de Varsovia.

La «media guerra» sería una intervención militar de Estados Unidos en el golfo Pérsico, o el sector noroccidental del océano Pacífico. Para esta contingencia se está estudiando la creación de la nueva fuerza militar, que podría ser transportada rápidamente al lugar del conflicto y que contaría con una división paracaidista.

Según el citado diario, que atribuye su información a «fuentes calificadas» del Pentágono, las funciones del cuerpo militar de intervención serían diferentes, dependiendo del país en que se declarase el conflicto. En Arabia Saudita se trataría de defender los pozos del petróleo frente a una agresión exterior, pero en Omán, la preocupación de Washington sería proteger al régimen actual de las guerrillas palestinas.

El "arco de la crisis"

A medida que se complicaba la situación en el llamado «arco de la crisis», que va desde el Mediterráneo oriental hasta el subcontinente hindú, Estados Unidos ha expresado su intención de mostrar una mayor presencia militar en la zona. Los rápidos suministros de armas a Yemen del Norte, durante el enfrentamiento fronterizo con Yemen del Sur, y la presencia de un portaaviones y otros buques de guerra en el mar Arábigo y en el golfo de Aden, fueron las primeras acciones emprendidas por Washington para enseñar los dientes en la estratégica región.

El cuerpo de intervención podría estar formado para el próximo otoño y tendría por única misión hacer frente a conflictos localizados en cualquier parte del mundo, sin que sus tropas estuviesen destinadas a la defensa de Europa occidental o al refuerzo de las allí enviadas. Simultáneamente, el Pentágono pretende elaborar planes de emergencia con las naciones que quieran participar, especialmente en Oriente Próximo, para la coordinación. de la ayuda local, utilización de aeropuertos, carreteras, vías férreas y aprovisionamiento.

El área del golfo Pérsico se considera «potencialmente explosiva» y aparece como la principal destinataria del Ejército de intervención norteamericano. Por ello, y dada la presencia en la zona de material bélico muy sofisticado, suministrado tanto por la Unión Soviética como por Estados Unidos, el nuevo cuerpo estaría equipado con armas pesadas, misiles antitanque y antiaéreos y contaría con una importante cobertura aérea y naval.

La creación de la fuerza de intervención podría ir acompañada de una versión actualizada de la clásica «diplomacia de las cañoneras», que incluiría la formación de la Quinta Flota, encargada de patrullar el océano Indico.

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