El presidente venezolano indultará a la izquierda radical

El nuevo Gobierno venezolano, al que se acusa de inactividad e inoperancia en los 35 días que lleva al frente de la Administración del país, parece decidido a que su primera acción política importante contribuya ala definitiva pacificación del país. A tal efecto, en los próximos días será decretado un indulto que alcanzará a 150 personas, dirigentes y activistas de grupos políticos de la izquierda radical, muchos de los cuales formaban parte de las últimas agrupaciones guerrilleras aún existentes en el país.Lo que busca el Gobierno de Luis Herrera es eliminar cualquier forma de actividad política clandestina y conseguir que ningún venezolano quede marginado por su ideología o actividades pasadas. En este sentido, el actual Gobierno sería el continuador de la política pacificadora iniciada por el ex presidente Rafael Caldera durante su mandato entre 1968 y 1973.

Varios dirigentes guerrilleros, cuya actividad clandestina. dura ya cerca de veinte años, han anunciado su aceptación del indulto. Douglas Bravo, mítico personaje que, desde las montañas, organizó en la década de los sesenta las Fuerzas Armadas de Liberación; Julio Escalona, dirigente de la Liga Socialista; los Prada, padre e hijo, abandonarán sus escondites y se integrarán a la normal vida política del país.

Tan sólo un grupo, Bandera Roja, organización maoísta surgida en 1970, declinará los ofrecimientos pacificadores de Luis Herrera. Carlos Betancurt, su principal dirigente, sostiene que la única fórmula para conseguir los cambios que su grupo procura es continuar la táctica de «guerra proletaria prolongada». Otro líder guerrillero, Gabriel Puertas, artífice de la más importante escisión producida en Bandera Roja, parece que quedará incluido en el grupo de indultados.

La situación presente del centenar y medio de personas a las que afectará la medida de gracia es muy variada. Algunos permanecen en prisión desde hace tiempo. Otros (y entre ellos el grupo que protagonizó una espectacular fuga del cuartel de San Carlos, hace cerca de cuatro años), viven en la clandestinidad, en pueblos y ciudades, cambiando permanentemente de domicilio. Los menos han hecho de las montañas su lugar de refugio.

El anuncio del indulto, que aún no se ha oficializado, ha sido muy bien recibido por todos los partidos políticos del país y por la opinión pública en general.

Algunos dirigentes políticos consultados señalan que la inclusión de Pérez Jiménez en el grupo de indultados sería el más grave error que podría cometer el Gobierno de Luis Herrera. La mayoría de las personalidades políticas del país, dirigentes de partidos, ministros y diputados han sufrido, de una u otra forma, los rigores de la dictadura Pérez-jimenista. El ex presidente es todo un símbolo de lo que las jóvenes generaciones del final de la década de los cincuenta escogieron como objetivo de lucha. Para muchos, el definitivo perdón a Pérez Jiménez, a quien se imputan muy variados crímenes durante su permanencia en el poder, sería lisa y llanamente un insulto personal.