Medidas restrictivas en la RDA contra periodistas de Alemania Federal

El Gobierno de la República Federal de Alemania está dispuesto a presentar en la próxima fase de la Conferencia de Seguridad Europea lo que Bonn considera como barreras de la República Democrática Alemana (RDA) contra la información y los ínformadores acreditados en Berlín oriental. Pasado mañana se reunirán, en Bonn los representantes del Gobierno y los corresponsales de medios informativos, de la RFA acreditados en la RDA, y hoy mismo, el Gobierno estudiará si ha lugar o no a una réplica contra las últimas me didas restrictivas decididas por la Alemania del Este.Dos días después de que Berlín oriental diese a conocer la aplicación de una práctica de control en materia de política de información, el diario oficial del Partido Socialista Unificado (comunista) de la RDA, Neues Deustchland, justificaba estas medidas como absolutamente obligadas, en vista del «abuso de la hospitalidad de la RDA por parte de ciertos periodístas occidentales», concretamente de la RFA.

El Gobierno berlinés oriental decidió el pasado fin de semana que en lo sucesivo cualquier entrevista o encuesta que deseen realizar periodistas occidentales en la República Democrática exigirá previamente un permiso del Gobierno. Igualmente, todo desplazamiento de un informador occidental a cualquier ciudad de la RDA. requerirá una comunicación previa a las autoridades, veinticuatro horas antes del viaje.

Para los alemanes federales, este recorte de la libertad informativa es un gran paso hacia atrás en las relaciones interalemanas. Aparte de incidentes anteriores, como la retirada de acreditaciones a los corresponsales de la televisión occidental y del semanario Der Spiegel, lo cierto es que los políticos germano-orientales habían facilitado hasta ahora un nuevo clima favorable a la distensión, tolerando, sín imponer graves obstáculos, la labor de los corresponsales alemanes federales, a un cuando una gran parte de sus crónicas fuesen netamente crítícas para el propio sistema socialista. El margen de tolerancia de Berlín oriental quedó superado, según la RDA, cuando, micrófono en mano, los corresponsales de los dos canales de la televisión germano-federal encuestaron hace un piar de semanas a ciudadanos de Alemania oriental, mientras esperaban cola para adquirir productos occidentales en las intershop, establecimientos en los que se paga exclusivamente con divisas y en los que a partir de estos días deberán presentarse cheques especiales.

El tono de preguntas y respuestas, con un fondo netamente consumista y polémico, molestó al Gobierno germano oriental, tanto como complació al occidental, que trató de ofrecer el espectáculo de las colas ante las intershop como un éxito del sistema capitalista.