El toro inútil para la lidia
Llevamos ya dos festejos en Las Ventas en los que se han producido fuertes protestas por la invalidez manifiesta de algunas de las reses. La presidencia no accedió en ningún caso a devolverlas al corral.Sabemos de por lo menos dos presidentes de las plazas de Madrid para quienes el toro que no tiene fuerza no puede ser devuelto al corral, «porque no lo prevé el reglamento». En efecto- la regla-, mentación taurina no dice que será devuelto el toro flojo (ni podría hacerlo, pues se trataría de una presunción indeterminada y discutible), pero sí habla de la «utilidad para la lidia».
Según el artículo 74, los reconocimientos versarán sobre la sanidad, edad, peso aparente, defensas y utilidad para la lidia y, en general, sobre todo lo que el tipo zootécnico del toro de lidia requiere. Por tanto, si en ese reconocimiento se aprecia que el toro padece alguna anomalía física que le ha de restar movilidad y fortaleza, debe ser rechazado, y si no se aprecia entonces, pero sí en el ruedo, debe ser devuelto al corral.
El toro que renquea, que flojea de extremidades, que cae (como ocurría en las novilladas de Las Ventas) es inútil para la lidia. Y lo mismo el incapaz de soportar las varas reglamentarias por falta de fortaleza, pues las únicas excepciones admitidas son cuando no puede recibir esas varas por accidente sufrido o por un exceso de castigo en los primeros puyazos.
Los aficionados madrileños se saben todo esto de corrido y lo que exigen es que se cumpla. Por su parte, los presidentes no pueden permanecer ajenos ni a la lógica del reglamento ni a la categoría de Las Ventas.
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