_
_
_
_
Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pacordónez

¿Qué necesidad había de quitar a Pacordóñez del Gabinete? Ninguna.O sea, todas. Pacordóñez, cuerpo, te han expulsado por anticuerpo. A este Pacordóñez lo conocí yo personalmente en aquellos cócteles del año Arias, en casa de Tamames o en los chalets de Mirasierra, cuando Pacordóñez o Luis Seara paraban la música bailona, entrando de la calle, para dar la noticia:

-Que Fraga ha dicho que la calle es suya.

Y luego, Fraga les hacía prisioneros a todos y, en otro guateque de la Platajunta, Vidal Beneyto u otro, entraba a su vez a parar la música bailona:

-Que Fraga ha dicho que los prisioneros son suyos.

Es ya Historia de España como los reyes godos. Fraga mismo es el último rey godo y adusto que, perdidas todas las batallas en letra menuda, se incorpora a la lista escolar. De Fraga a Pacordóñez, el presidente Suárez ha ido quitándose sombras, espantándose moscas intelectuales a derecha/izquierda, en un holocausto vivo y grandioso que la basca valoraría más si no estuvieran tan embrutecidos por la teletonta y tan pendientes de que echen el Holocausto ese de la cosa, que no lo van a echar.

Pacordóñez, pese a su nombre de torero antiguo, era el único derechista de izquierdas que teníamos en el Gobierno, o sea, el más europeo como si dijéramos, que le he escuchado en las cenas y, aparte lo rápido y bien que me informaba en dos palabras, he comprobado que es un matemático humanista, un humanista que sabe de cuentas, y Europa, en todos los tiempos, ha estado constituida por la imaginación y por el número.

Pacordóñez, qué le vamos a hacer, ha salido del Gabinete, quizá, porque tiene más imagen europea que los neoeuropeístas recién bajados de las montafías nevadas, banderas al viento.

¿Qué has hecho de malo, Pacordóñez, para que te cesen? Una reforma fiscal bien moderada, porque tampoco le han dejado hacer otra. A uno mismo nunca le han echado de los sitios por hacer las cosas mal, por poner faltas de ortografía en los artículos o por ponerle rabos a la señora del director. A uno le han echado de los sitios (cuando le han echado, que ha sido poco) porque molestaba. Con Pacordóñez hablé la última vez, no hace un mes (y aquí lo tengo contado), cuando me llamó una tarde por teléfono para informarme de la injusticia de Fuenlabrada:

-¿Cómo estás, Paco? Soy Ordóñez.

-¿Pasa contigo, Paco?

Que les dijese a los de Fuenlabrada que lo suyo, y lo de otras urbanizaciones similares (modestas urbanizaciones/ dormitorio con derechos reales de finca real), estaba en estudio y seguramente iban a quedar exentos:

-Si me queda vida política para ello, claro... -añadió-.

Y en esos puntos suspensivos, como olas de la mar, flotaba también el bazo político más grande del Océano, el otro bazo político en peligro, que el de Joaquín Garrigues lo atiende el doctor Fayos, pero el de Pacordóñez puede naufragar como un Titanic sentimental y socialdemócrata. Entre la socialdemocracia y la cristianodemocracia, Suárez no ha elegido lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario, y, para mayor cirio, viene el reaccionario Hugh Thomas a aleccionarnos:

-El Gobierno tiene que desentenderse, en España, de los problemas proletarioempresariales.

Mucho lo tuyo, tío, pero olvídanos un rato, ¿quieres? Cabe interpretar la sentencia contra Pacordóñez, ejecutada antes de la puesta del sol, como en el Lejano Oeste, en el sentido de que la derecha gubernamental se derechiza. Esta es la lectura política del rollo. Pero cabe otra descodificación, a nivel psicologista y rococó, que es lo de uno, con perdón, según la cual nuestro Kinta Kunte socialdemócrata ha caído porque el espejito/espejito de la madrastra, que naturalmente es Abril Martorell, ha dicho que la más guapa es Blancanieves y encima sabe de cuentas. O sea que le han dado la manzana con cicuta y le han clavado la peineta ponzoñosa en toda la corteza cerebral. Tómate la cicuta, Pacordóñez, si no hay otro remedio, pero quítate la peineta con la mantilla ucedé, que te sienta fatal, torero.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_