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Central nuclear, desconectada en la RFA

La psicosis nuclear desencadenada en la República Federal de Alemania tras la grave avería de Harrisburg se ha incrementado al trascender que una central atómica, situada en Karlsruhe, Estado de Baden-Wurtemberg, tuvo que ser desconectada por un fallo en el sistema de refrigeración. La empresa propietaria se ha apresurado a comunicar que no se apreció un índice sensible de radiactividad en el ambiente.

A otro nivel, las precauciones oficiales para evitar que se produzca en la RFA lo que pudo ser catástrofe de Harrisburg, parece que se acentuarán a partir de esta semana. Durante los próximos días, los expertos y los políticos celebran reuniones a todos los niveles. Los científicos, reunidos en Hannover, por invitación del jefe del Gobierno de Baja Sajonia, han concluido su semana de estudio, recomendando el perfeccionamiento de la actual generación de reactores de agua ligera y del sistema de refrigeración. A nivel político, parece ya segura la clausura de la central atómica de Muehlheim-Kaerlich, cerca de Coblenza, construida por Babcock-Wilcox, con cuya técnica se construyó también la de Harrisburg.

Ayer se, reunió el «gabinete nuclear», presidido por los ministros del Interior y de Economía. Hoy celebra también sesión la comisión de seguridad de reactores del Parlamento federal, reunión a la que seguirán otras de la comisión de Asuntos Interiores y de otros órganos relacionados con la materia. Dada la sensibilización de los alemanes respecto de este tema, no parece que se adopten medidas generales a corto plazo, al menos hasta que se produzca un informe del Gobierno ante el Parlamento o una declaración del canciller solicitada por un sector socialdemócrata y por el jefe del Gobierno de Schleswig-Hostein, Stoltenberg

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