Mota Pinto confía en que el presidente Eanes le otorgue su confianza
Un país profundamente sacudido por una crisis, que se estima la más grave desde la implantación del régimen democrático, fue lo que encontró ayer el presidente Eanes a su regreso de una visita de una semana a tres países de la Europa del Este.
Mota Pinto no ha manifestado, hasta el momento, la más mínima intención de negociar con los partidos representados en el Parlamento, dando a entender que el general Eanes deberá enviarle personalmente el apoyo necesario para un eventual intento de mantenerse en el poder, elaborando una nueva propuesta de presupuato.El Partido Socialista, cuyo órgano máximo se reunió el pasado domingo, no disimula su preferencia por una solución que permita prolongar la existencia del actual Gobierno o su sustitución, al menos, por un Gabinete de «pacificación», que sin incluir reprezentaciones de los partidos, se ábstenga de provocar las tensiones que suscitó Mota Pinto opor sus intervenciones en terrenos tan delicados como la reforma agraria o la comunicación social.
Los democristianos parecen dispuestos a mantener su apoyo al actual Gobierno. En cambio, socialdemócratas y comunistas hacen abiertamente campaña por la destitución de Mota Pinto y la convocatoria de elecciones generales anticipadas.
Pero el desasosiego y la agitación no se limitan, esta vez, a la clase política. En su calidad de jefe de Estado Mayor de las fuerzas armadas, el general Eanes ha sido abiertamente desafiado por un comunicado del jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, general Lemos Ferreira. Después del rechazo al presupuesto en el Parlamento y justificándose por la falta de créditos, el jefe de la Fuerza Aérea anunció que la aviación dejaría de colaborar con las autoridades civiles en tareas relacionadas con la defensa.
La prensa de Lisboa anunciaba ayer que esta actitud de la Fuerza Aérea podría ser secundada por un comité de técnicos de las tres armas, consultados por el almirante Souto Cruz, vicejefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. La maniobra, destinada a presionar al general Eanes, en el sentido de obligarlo a comprometerse a apoyar el Gabinete Mota Pinto, podría tener un alcance internacional
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.