_
_
_
_

"El Estado posindustrial es cada vez más contestado"

«A medida que aumenta el poder del ejecutivo, en un Estado moderno aumenta también la contestación y los ataques a ese poder. La multiplicación de redes y tentáculos de control del Estado sobre los ciudadanos, además de acrecentar la responsabilidad del Estado, produce una inflación de poder y hace que esta moneda se devalúe. El Estado de una sociedad industrial o posindustrial es cada vez más impotente frente a las verdaderas exigencias de la libertad humana.»

Para el profesor Michel Crozier, catedrático de la Universidad de París-Nanterre y director del Centro de Sociología de las Organizaciones, no existe una solución radical a esta contradicción libertad-poder que se manifiesta en las sociedades modernas. «Habría que introducir, sin embargo, profundas reformas, tanto en la vida individual como en la de los grupos, a fin de promover un nuevo sistema de relaciones entre los miembros que pertenecen a un mismo Estado. La educación sería un factor esencial para conseguir este fin. »El sociólogo Michel Crozier, especialista en problemas de la Administración, de la burocracia y de las organizaciones, y autor, entre otros, de los libros Fábricas y sindicatos de América (1952), El fenómeno burocrático (1964), El mundo de los empleados de oficina (1965), La sociedad bloqueada ( 1970) y Actor y sistema (1978), se encuentra en Madrid, en donde pronunciará varias conferencias precisamente sobre el tema Respuestas de la sociología de las organizaciones a los problemas de la sociedad moderna, en el Instituto Francés, en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, y en el Instituto Nacional de la Administración Pública, de Alcalá de Henares.

Dos son las notas fundamentales -según el profesor Crozier- de la sociedad desarrollada, industrial o posindustrial: la creciente complejidad de las relaciones entre los seres humanos, que hacen cada vez más necesarias las organizaciones de todo tipo, y, por otra parte, la conciencia, cada vez más clara, de la necesidad de las libertades del individuo, a las que acompaña una cierta incapacidad del hombre moderno para asumir el poder de la libertad. La interrelación, y a veces el choque frontal, de estas dos tendencias hacen necesaria la transformación profunda de la instituciones sociales.

«Hoy día -dice Michel Crozier- el Estado ya no puede gobernar o imponer sus medidas de coacción social de una forma secreta, distanciada y jerárquica, como se venía haciendo incluso en lo países denominados democráticos La sociedad moderna se caracteriza porque han disminuido de una forma muy notable las barreras sociales, lo que hace, reducir también las relaciones jerárquicas. Por otra parte, la explosión de las comunicaciones ya no hace posible un Gobierno que se base en el secreto de sus decisiones o de sus conductas.

Ante la complejidad cada vez mayor de relaciones sociales y de nuevos deseos de libertad en los ciudadanos, disminuye necesariamente la autoridad del Gobierno, porque el Gobierno no tiene soluciones ni alternativas para todo. El Gobierno se encuentra así prisionero de su propio poder.» Frente a esta complejidad de relaciones, la sociología de las organizaciones, aunque no da soluciones, puede, sin embargo -en opinión del profesor Crozier-, proponer orientaciones y, sobre todo, aporta un conocimiento concreto de los hechos más pertinentes a partir del cual se pueden describir y aplicar las soluciones.

La progresiva complejidad de las sociedades modernas ha producido, entre otras cosas, el fenómeno concreto de la burocracia, «burocracia que surge como consecuencia inmediata del Gobierno de la complejidad». El sociólogo Michel Crozier, que ha estudiado durante mucho tiempo este fenómeno, define la burocracia como «el resultado de la dificultad que tienen los individuos de hacer frente directamente al conflicto del poder establecido, pero también se debe a la dificultad que tienen estos individuos de asumir una libertad cada vez mayor.

« Usted me pregunta de qué manera puede erradicarse en la etapa de cambio española la corrupción heredada de las organizaciones del anterior régimen. No hay recetas fulminantes e inmediatas para terminar con la corrupción de la Administración, sindicatos, partidos políticos... Hay que estudiar los casos concretos de corrupción y sus características. Este mal deberá ser transformado a través de una mejor regulación de la sociedad. Y tampoco basta con hablar en términos generales de acabar con la corrupción. Hay que aplicarse a los casos concretos, y de esa forma se terminará limpiando el sistema.»

Un fenómeno curioso y muy interesante de la España actual lo constituye para el señor Crozier el proceso que se ha emprendido de autonomías o regionalización. «Es una de las señales inequivocas de que el Estado español es un Estado muy complejo, con diversidad de notas de índole humana y organizativa. Por ello, el Estado centralizado no puede regular toda esa complejidad de las regiones españolas.»

Sobre la postura abstencionista de un sector español que generalmente se identifica con la juventud ácrata, frente a todo lo que signifique Estado, elecciones políticas y organización, el señor Crozier cree que es normal que esta postura se dé ahora con más fuerza, «porque no se había revelado tras largos años. Además, este fenómeno va unido al miedo a la libertad. Creo que uno de los males de la actual juventud es su miedo a asumir más libertad, y esta es la explicación, en parte, de las posturas ácratas y pasotas».

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_