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Según la televisión israelí, Egipto ha aceptado las propuestas norteamericanas para un tratado de paz

El presidente norteamericano, Jimmy Carter, llegó ayer a Tel-Aviv, tras tres días de conversaciones en Egipto con el presidente Sadat, mientras la televisión oficial israelí anunciaba, en un despacho no confirmado por ningún portavoz oficial, que Egipto habría aceptado las propuestas norteamericanas sobre las que se basará un eventual tratado de paz entre los dos países. La noticia de la televisión israelí provocó una ola de optimismo entre los dirigentes del Gobierno Begin, que al menos permitió compensar el pesimismo que ha dominado hasta ahora la difícil misión de Carter en la región.

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Según la televisión israelí, el Gobierno egipcio habría aceptado, en principio, la propuesta central norteamericana -que hasta la fecha había dificultado las conversaciones entre altos dirigentes egipcios e israelíes- para resolver el problema de la ligazón entre el tratado de paz con Israel y la autonomía palestina. Según esta propuesta, Egipto renunciaría a exigir que Israel cumpla un calendario preestablecido en la celebración de elecciones en Cisjordania y Gaza, que, paulatinamente, devolviesen estos territorios a sus dueños, los palestinos.La noticia del corresponsal de la televisión israelí que acompaña al séquito de Carter continuaba que Estados Unidos será el garante de que se celebren estas elecciones una vez que Israel y Egipto hayan resuelto el problema de cómo funcionará el régimen autonómico a establecer en dichos territorios.

La esperanza de la firma

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Según declaró un alto funcionario israelí a nuestro corresponsal en Jerusalén, de ser cierta la noticia divulgada por la televisión israelí, la firma de un tratado de paz entre los dos países sería una cuestión resuelta y podría tener lugar después que se trasladaran a un texto definitivo las propuestas norteamericanas. En este sentido, quedará pendiente tan sólo el determinar el lugar y la fecha, el dónde y cuándo se firmará el tratado de paz, cuestiones sobre las que parecen existir ciertas diferencias no muy importantes entre Begin y Sadat.

Pese al optimismo mostrado por la televisión israelí -que incluso afirmó que también se había resuelto otro de los problemas pendientes en las negociaciones: el del petróleo del Sinaí-, ninguna declaración oficial de Carter o de sus portavoces, así como del Gobierno egipcio, permitían confirmar la resolución por Carter de todos los problemas pendientes en las negociaciones de paz.

Por el contrario, el presidente Carter declaró poco antes de partir de El Cairo que se habían resuelto «algunos problemas difíciles», pero añadiendo, a continuación, que «siguen existiendo problemas difíciles que resolver». En una conversación con los periodistas que le acompañan, en la que estuvo también el presidente Sadat, Carter se mostró excesivamente serio y un portavoz suyo declaró, más tarde, que «lo único que Carter llevaba hacia Tel Aviv son contrapropuestas egipcias a las propuestas norteamericanas previamente aceptadas por el Gobierno Begin».

Por su parte, el presidente Sadat, dentro de su seriedad, confirmó la impresión optimista dada por Carter al afirmar que «el 95% del tratado de paz entre Egipto e Israel está completado». Sadat, que a la llegada del norteamericano a El Cairo hace cuatro días, habló en términos firmes sobre la necesidad de respetar «los derechos nacionales de los palestinos», empleó términos menos decididos cuando despidió a Carter refiriéndose, esta vez, a la necesidad de respetar «los derechos del hombre y de los pueblos, el derecho a la autonomía y a la autodeterminación ». Para algunos observadores, estas palabras parecen indicar que Sadat ha bajado el tono de sus demandas sobre la cuestión palestina.

El problema del vínculo entre la autodeterminación palestina y el tratado de paz era uno de los más importantes que quedaba por resolver, junto al futuro uso del petróleo del Sinaí, antes de que Carter iniciara su viaje.

En Tel Aviv, el presidente norteamericano mantendrá dos días de conversaciones con Begin y miembros de su Gabinete, presentará al primer ministro Begin -que salió a recibirle en el aeropuerto d e Ben Gurion, junto al presidente israelí- los resultados de sus gestiones en El Cairo.

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