Dos presos del MPAIAC, en grave estado tras cincuenta días en huelga de hambre

Después de cincuenta días en huelga de hambre, el estado de Sergio Suárez Castellanos, de 36 años, y de María Fernanda Moreno, de veinticuatro, es extremadamente delicado. En el hospital insular de Las Palmas, donde se encuentran internados desde hace más de un mes, se teme por su suerte, y según fuentes de este centro, los dos presuntos miembros del MPAIAC no están dispuestos a abandonar su actitud.Los dos detenidos, que llevan tres meses en prisión sin juicio, iniciaron la huelga el primer día del año, para protestar por su situación, llamar la atención sobre la misma y exigir ampliación de sus declaraciones, ya que, según manifestaron, las primeras que hicieron fueron bajo amenazas y torturas.

El Ministerio del Interior les ha negado la libertad, solicitada en diversas ocasiones. Los dos presuntos miembros del MPAIAC advirtieron el día que les evacuaron de la cárcel en ambulancia que allí no entrarían más y que «si no nos ponen en libertad nos dejaremos morir».

Primer juicio contra miembros del MPAIAC

Por otra parte, se celebró ayer en la Audiencia Nacional de Madrid el primer juicio seguido contra presuntos miembros del grupo terrorista canario. Los acusados son Manuel Rodríguez Barreto, para que en el fiscal pide dos años de prisión, y Bonifacio Santos Herrera, para quien pide cuatro o cinco años, según la consideración del delito. El juicio quedó visto para sentencia.Los dos presuntos miembros del MPAIAC están acusados de la colocación de sendos explosivos en una sucursal del Banco de Bilbao situada en un lugar conocido como «Las Galletas», en el término municipal tinerfeño de Arola, y en un supermercado en la barriada de Los Cristianos, en el mismo término municipal. Los daños producidos por la primera explosión fueron valorados en 94.826 pesetas, y los provocados por la segunda, en 44.000 pesetas.

Los dos acusados negaron pertenecer al MPAIAC y ser los autores de los hechos que se les imputan. Reconocieron que el día de autos se encontraban en «Las Galletas», pero explicaron que simplemente habían ido allí a comer. Ante la pregunta del ministerio fiscal de por qué habían firmado una declaración confesándose autores, manifestaron que en el momento de hacerlo se encontraban bajo coacción.

El abogado defensor, Ignacio Cova Barroso, pidió la absolución de sus defendidos. El fiscal pidió en sus conclusiones definitivas dos años para Rodríguez Barreto, y para Santos Herra, cinco, por delito de terrorismo, o bien dos penas de dos años por delitos de estragos. Santos Herrero había sido condenado anteriormente por delitos de robo y hurto de uso.