"Satélites espías" siguen la guerra para EEUU y la URSS

Es más que probable que Washington y Moscú conozcan con unas pocas horas de retraso la posición, fuerza y movimiento de cada una de las unidades que combaten en la guerra chino-vietnamita. Su fuente irrefutable de información son satélites espías controlados desde tierra, reveló ayer el diario londinense The Guardian.La remota localización del conflicto asiático y su fluidez deberían ser un insalvable obstáculo para la vigilancia en detalle de las superpotencias. Sin embargo, Washington está emitiendo con regularidad declaraciones extremadamente pormenorizadas sobre movimiento de tropas, posiciones y equipo militar envuelto, imposibles de obtener vía Pekín o Hanoi.

La técnica utilizada por norteamericanos y soviéticos, a través de sus satélites espías de las series Big Bird y Cosmos, respectivamente, sería la excitación desde estaciones de seguimiento terrestres de las cámaras de televisión fotográficas que los equipan. Las imágenes de televisión son enviadas a los centros de seguimiento a intervalos regulares. Las películas de alta resolución -un hombre puede ser distinguido desde trescientos kilómetros de altura- son catapultadas en cápsulas desde el satélite, en puntos precisos de su órbita, y recogidas posteriormente en tierra o por unidades navales.

Las tomas de televisión son transmitidas a tierra cada hora y media aproximadamente, pero su calidad no permite la vigilancia en detalle de la zona de operaciones. Esto se consigue con las películas de alta resolución que, encapsuladas, son liberadas por el satélite espía, en respuesta a una orden de su estación de seguimiento más próxima. Habida cuenta la velocidad de los satélites y el hecho de que sólo pasan una vez en cada órbita por su zona de interés, el tiempo transcurrido entre la orden de filmación y la recepción de la película y su procesamiento no suele ser inferior a ocho horas. Este sería el lapso de. tiempo con que Washington y Moscú están conociendo con exactitud lo que ocurre en Vietnam.