Lucha homosexual
La publicación por EL PAÍS del editorial «La marginación de los homosexuales», el pasado 14 de febrero, ha supuesto una toma de postura clara y valiente en un tema tantas veces obviado, que quienes seguimos luchando por las libertades plenas en todos los terrenos de la vida social apoyamos totalmente. La línea informativa sobre los movimientos de liberación sexual y los grupos homosexuales, en particular, que EL PAÍS ha venido manteniendo en los últimos meses resalta ante el sensacionalismo unas veces y el silencio absoluto, casi siempre, de otros medios de comunicación. Silencio y manipulación de medios que defienden sus intereses moralizantes, oscurantistas y represivos, pero silencio también grave y cómplice de medios como Mundo Obrero, El Socialista, La Unión del Pueblo o En Lucha, que nunca han tocado el tema, ellos sabrán por qué. Que no siguen una vieja tradición de la socialdemocracia alemana o de los bolcheviques rusos, que en, 1917 apoyaban al movimiento homosexual y abolían la legislación represiva de la sexualidad. A menos que se reclamen los estragos del nazismo, el estalinismo y la burocratización de los partidos obreros como tradición de la izquierda. Y, sin embargo, un importante sector del movimiento obrero y de la izquierda apoya la lucha de liberación sexual y las reivindicaciones de los grupos homosexuales como quedó de mostrado en las manifestaciones del Día Internacional de Liberación Homosexual el pasado junio. Anarquistas, consejistas, indepen dientes, algunos sectores de las bases socialistas y comunistas y ciertos partidos como LCR, MC-OIC, PRFS, AC, Euskadiko Ezkerra, Herri Batasuna, etcétera, han sido hasta ahora los principales animadores del movimiento de liberación homosexual, frente al que la izquierda parlamentaria, «decidida y responsable», mantiene, in comprensiblem ente una posición ambigua, cuando no reaccionaria.(Militante del Frente de Liberación Holmosexual de Castilla)
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