Argelia desea asegurarse la neutralidad francesa en el Sahara
Argelia confía en que la estancia del rey Hassan II de Marruecos en París no entrañe un cambio de la posición francesa respecto del conflicto del Sahara occidental. Aunque la actitud oficial de París no es todo lo «pragmática» que los medios argelinos desearían, es notorio que Argel quiere asegurar por lo menos la neutralidad gala.Las modificaciones sufridas por las actitudes respectivas de España y Mauritania en relación con ese tema, son consideradas aquí como la ruptura de la «alianza» que unía a los dos países con Marruecos y, en ese sentido, se estima que Hassan II no ha conseguido romper su relativo aislamiento diplomático.
El presidente argelino Benjedid Chadly no ha facilitado todavía la menor indicación de que vaya a acceder a los requerimientos expresados por el monarca marroquí y aceptar el principio de una entrevista con este último, la cual se califica en Argel de especulación tendenciosa.
La prensa oficial argelina ha recrudecido sus ataques personales contra Hassan II, en el mismo tono agresivo y con una idéntica dimensión a las de las precedentes campañas de acusación contra el vecino país, en la época de Huari Bumedian. La resolución de política exterior adoptada por el reciente congreso del Frente de Liberación Nacional argelino (FLN) consagraba una parte importante a reafirmar la «continuidad» de la política argelina sobre el Sahara occidental y reafirmaba su apoyo al Frente Polisario.
El diario argelino Ech Chaab invitó ayer al presidente francés Giscard d'Estaing a dar prueba, con respecto al Sahara, de la misma «actitud consecuente» mantenida en relación con Irán y Jomeini, y subrayó que la revolución del «pueblo saharaui» no sería menos encomiable que la de los chiitas iraníes.
Estas elucubraciones no han alterado la condición de calma chicha en la que se debate la diplomacia argelina tras el nombramiento de Chadly. Se desconoce incluso cuando se nombrará el nuevo Gobierno que se esperaba aquí para los días siguientes a la investidura del nuevo mandatario argelino.
El buró político y el Comité Central del FLN debían reunirse hace días para poner en orden algunos de los temas que han de cobrar coherencia, como la reforma constitucional y la definición de atribuciones de los futuros vicepresidentes del Gabinete. Esta reunión no ha tenido todavía lugar, según parece, por lo que el «asentamiento» de la nueva dirección política argelina podría necesitar más tiempo de lo que inicialmente se preveía.
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