Portugal seguirá dependiendo del dinero extranjero
Portugal tendrá que seguir recurriendo a empréstitos externos hasta 1985, según un informe del Banco Mundial sobre la situación económica portuguesa durante el período 1974 a mediados de 1978 hecho público ayer.
El informe señala que Portugal podrá reducir gradualmente su déficit de la balanza de pagos hasta cerca de cuatrocientos millones de dólares en 1985, puesto que los resultados previstos en el capítulo de importaciones y exportaciones se confirman, lo que determina la necesidad de préstamos externos hasta entonces.Pese a considerar que el Gobierno portugués «está determinado a desempeñar un papel activo» para la recuperación económica del país, el Banco Mundial apunta algunas de las vías para solucionar la crisis, subrayando, sin embargo, que el programa de estabilización negociado en 1978 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sólo tendrá resultados visibles a largo plazo.
El informe sostiene que la reestructuración de la economía portuguesa impone el aumento de la productividad en la agricultura y una rápida recuperación y aumento de las exportaciones, cuyo volumen principal procede del sector privado, sector que refleja una gran indecisión en las inversiones por falta de confianza.
El Banco Mundial atribuye a la iniciativa privada un papel fundamental en el índice de crecimiento económico previsto para 1980, considerando que el sector industrial será el factor principal de desarrollo, y aconseja la reorganización del sector público con vistas al aumento de las exportaciones.
El informe estima, sin embargo, que la primera preocupación de los gobernantes portugueses deberá ser la de «potenciar el ahorro interno a un nivel que permita elevados índices de inversión».
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