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Carmen Bravo-Villasante: "Los cuentos pueden cambiar el mundo"

Autora de la primera "Historia universal de la literatura infantil"

«Escribir este libro ha sido como dar tres veces la vuelta al mundo», dice Carmen Bravo-Villasante de su Historia universal de la literatura infantil recientemente editada por el Ministerio de Cultura, en dos tomos y con más de trescientas ilustraciones del pintor valenciano Foix. Este estudio, el primero que se realiza sobre la evolución de la literatura infantil a nivel mundial, fue publicado hace año y medio en la República Federal de Alemania. También ha sido editado en Portugal y aparecerá próximamente en Italia.

La obra de Bravo-Villasante ofrece una visión panorámica de la historia de la literatura infantil en cincuenta países, ordenada, según un criterio geográfico, por naciones y continentes, y constituye un excelente libro de consulta «que el Ministerio de Cultura debería hacer llegar gratuitamente -teniendo en cuenta su alto precio- a todas las bibliotecas y escuelas públicas».«Ocho años he dedicado a la preparación de este libro», comenta Bravo-Villasante. «He tenido que viajar a varios países para reunir una información hasta ahora totalmente inédita como, por ejemplo, la literatura para niños que se escribe desde hace pocos años en Irán, que es de extraordinaria calidad poética y de una gran belleza sorprendente y exótica para nosotros.» «La literatura infantil árabe, la australiana, la de algunos países asiáticos, también incluidas en mi Historia, aunque son casi desconocidas, tienen un presente y, sobre todo, un futuro interesante.»

Cuentos para cambiar el mundo

«Sin embargo, pese a este esfuerzo de recopilación y síntesis, mi libro es un libro abierto, que se puede enriquecer más adelante con sucesivas ampliaciones que recojan las nuevas aportaciones, así como la literatura infantil que pueda surgir en países como Israel o del Africa negra.»«Además de los datos propiamente informativos -sigue Bravo-ViIlasante-, mi libro ofrece una serie de hipótesis que pueden ser polémicas y que se basan en la estrecha relación que observo entre la literatura, la cultura y la sociedad. Cada sociedad y cada momento histórico tiene la literatura que le corresponde; las corrientes literarias siempre reflejan las inquietudes de la época y, en este sentido, la literatura infantil -tanto los textos como las ilustraciones, que yo también he estudiado- constituye un documento sociológico muy valioso que no ha sido todavía aprovechado.»

En la literatura italiana de la segunda mitad del siglo XIX se encuentran buenas pruebas de esta interacción literatura infantil-sociedad. Corazón, el libro de Edmundo d'Amicis, por ejemplo, más que un cuento melodramático es un claro intento de formar al futuro ciudadano en el concepto de unidad de la patria.

«Otra dimensión igualmente interesante de la literatura infantil es su posible utilización como instrumento para transformar la sociedad. Basta pensar en el cambio de mentalidad que se conseguiría si la imagen que presentan los cuentos del niño y de la niña dejara de atribuirles los papeles clásicos de héroe y víctima dulce y pasiva.»

Profesora universitaria, traductora y ensayista, Carmen Bravo-Villasante es conocida internacionalmente como experta en literatura infantil y ocupa un puesto en el Jurado de llustradores de Bratislava y en el del Premio Andersen.

«Sobre el momento actual de la literatura Infantil a nivel mundial -opina-, la República Federal de Alemania se sitúa en primer lugar, seguida de Inglaterra, Francia e Italia. En España hay muchos escritores que hacen cosas interesantes, pero todavía se encuentran muchas dificultades a la hora de publicar. Los editores prefieren sacar cuentos clásicos, por los que no tienen que pagar derechos de autor.»

«La literatura infantil necesita una ayuda especial, y el Ministerio de Cultura debe hacer lo que los particulares no pueden y organizar cursillos, exposiciones, montar bibliotecas. Espero que en el Año Internacional del Niño se dé un gran impulso a la literatura infantil.»

Adivina, adivinanza, de Bravo-Villasante, publicado por Interduc-Schroedel, ha recibido el Premio Nacional de Literatura al libro mejor editado, y próximamente aparecerá su último trabajo, el prólogo a los Cuentos de madame d'Aubroy, traducidos por José Benito Alique. En estos momentos prepara la edición de un catálogo de su colección particular de literatura infantil, formada por cuatrocientos volúmenes seleccionados, publicados entre 1750 y 1945.

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