El ozono, otro recurso natural en peligro de extinción

El ozono, filtro natural de algunas radiaciones solares que llegan a la Tierra, se encuentra en peligro de extinción a causa de algunas actividades humanas. La Organización Meteorológica Mundial dictó un informe a finales de pasado mes de noviembre, en el que se exponía con claridad el peligro que ello representaría para el hombre. Benito R. Mallol informa.

La posibilidad de una disminución de la cantidad de ozono presente en la atmósfera debido a algunas actividades del hombre no ha cesado de preocupar al gran público, ya que esta disminución podría tener graves consecuencias para la Humanidad. La Organización Méteorológica Mundial ya publicó, hacia finales de 1975, una primera declaración Fiobre este tema. Desde entonces, el comité ejecutivo de la OMM aprobó el «Proyecto mundial de vigilancia y de investigación del ozono», que está siendo ejecutado con gran interés con la colaboración de un cierto número de países miembros y de organismos internacionales. Estas actividades comienzan ahora a dar resultado. El ozono es una forma de oxígeno en la que cada molécula tiene tres átomos, mientras que el oxígeno normal, que aprovechamos pata nuestras funciones vitales, contiene solamente dos. Este gas se encuentra en cantidades ínfimas en nuestra atmósfera (menos de una parte por millón), pero está principalmente con centrado en lo que se llama «capa de ozono», situada en la estratosfera, entre los veinte y veinticinco kilómetros de altitud.

El ozono presenta una gran importancia. para la vida sobre nuestro planeta, dado que absorbe una parte de la radiación ultravioleta emitida por el Sol, de gran actividad microbitida. De igual forma, la absorción de esa radiación constituye una importante fuente de energía en la estratosfera y toda reducción de la cantidad de ozono podría tener consecuentemente incidencias sobre el clima de la Tierra. En un comunicado emitido por la OMM a últimos del pasado mes de noviembre, se pone de manifiesto con claridad que al gunas actividades hurnanas, entre las que se encuentran diversos sistemas de refrigeración y procesos industriales, el vuelo de aeronaves a gran altura, el uso de abonos químicos nitrogenados y, sobre todo, la utilización de clorofluorometanos (comercialmente llamados freones once y doce) en la fabricación de pulverizadores (spray), tienden a reducir considerablemente el contenido en ozono atmosférico.

El ozono absorbe intensamente ciertas bandas de la radiación solar ultravioleta. Se estima que una reducción del 15 % en la cantidad de ozono daría lugar a un aumento de un 30 % aproximadamente en la intensidad de la radiación ultravioleta que llega a la superficie terrestre. Igualmente, tal disminución de ozono daría lugar a una dismunución de la temperatura del aire en unos diez grados centígrados al nivel de cuarenta kilómetros, y sólo de un grado a veínte kilómetros de altitud.

Por otra parte, la mayor intensidad de la radiación ultravioleta al nivel del suelo plantea un problema biológico muy complejo, que debe ser estudiado por los organismos nacionales e internacionales competentes. Aquí mencionaremos solamente el hecho de que, la producción de cánceres de piel, enrojecimientos de la misma (eritemas) y daños en los ojos (la temible blefaritis de los campos de nieve) están relaclonados directamente con la intensidad de la radiación UV.