Una expiación imaginada
El escritor checo Franz Kafka nació en Praga en 1883 y murió en 1924 en el hospital de Kierling, cerca de Viena. Pertenece a la llamada «escuela de Praga», una serie de escritores que sienten atracción hacia la metafísica, el mundo onírico y los aspectos más realistas del mundo. De origen judío, siguió estudios de jurisprudencia y estuvo empleado en una compañía de seguros. A lo largo de su vida estuvo acosado por conflictos familiares, religiosos, sentimentales. Su amigo, albacea y biógrafo, Max Brod, ha escrito: «Kafka ha sido, de todos los creyentes, el menos iluso, y de entre todos aquellos que ven el mundo sin ilusiones, tal cual es, ha sido el creyente más inquebrantable.»En su obra aparece una preocupación obsesiva por el aparente absurdo de la vida humana y la trágica situación del hombre. «Su participación contemplativa abarcaba todas las preocupaciones que se refieren al mejoramiento de la condición humana.» En vida llegó a publicar Descripción de una lucha, La metamorfosis, La colonia penitenciaria, La condena, Carta al padre, Un médico rural, El castillo, para aparecer más tarde las novelas El proceso (1925) y América (1927), la correspondencia con Milena y Felice y los Diarios, que abarcan de 1910 a 1923.
La redacción de El proceso se sitúa entre los años 1914 y 1915. Escribe el primer capítulo cuando se produce la ruptura de su compromiso matrimonial con Felice Bauer y Europa se acerca a un enfrentamiento bélico. Su estado de ánimo es reflejado en el Diario: «Puedo entablar de nuevo un diálogo conmigo mismo y no estoy contemplando el vacío absoluto con los ojos fijos. Sólo por esta vía puede haber una mejora para mí.»
El proceso ha sido definido por Brod como un documento de autopunición poética, una expiación imaginada. Joseph K, protagonista de la novela, es condenado a muerte por razones que desconoce
Babelia
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