Datos biográficos, obras completas y memorias
Manuel Azaña y Díaz nació en Alcalá de Henares en 1880. Estudió en el Colegio Complutense, en el Instituto Cardenal Cisneros y en el colegio María Cristina de El Escorial. En 1897 se licenció en Derecho en Zaragoza y se doctoró dos años más tarde. Amplió estudios en París después de ingresar en el cuerpo de Registros y Notariado en 1909.Fue colaborador de El Imparcial y El Sol y secretario del Ateneo de 1913 a 1920. Corresponsal de guerra en Francia e Italia, en 1917 se publicaron sus obras Los motivos de la germanofilia y Reims y Verdún, dos años más tarde, La política francesa contemporánea. De 1920 a 1924 dirigió la revista La Pluma, en cuyos cuadernos se publicó por primera vez (1926) El Jardín de los frailes, memorias de su adolescencia con los agustinos de El Escorial. El libro se editaría en diciembre de ese mismo año y ha sido reeditado por Albia Literaria en 1977. Azaña dirigió también la revista España de 1922 a 1924.
Fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 1926 por Vida de don Juan Valera. Escribió excelentes estudios sobre el novelista cordobés: Valera en Italia, Valera en Rusia, La novela de Pepita Jiménez y Asclepigenia, la experiencia amatoria de don Juan Valera. En 1930 alcanzó la presidencia del Ateneo y publicó Plumas y palabras (reeditada en 1976 por Crítica-Grijalbo), recopilación de importantes artículos y ensayos políticos y literarios. De ese mismo año es su drama La corona.
Formó parte del comité revolucionario que contribuiría al advenimiento de la República, en la que fue ministro de la Guerra presidente del Gobierno Provisional y presidente constitucional durante el primer bienio. Fundó el Partido Izquierda Republicana en 1934, año en el que da a conocer La invención del Quijote y otros ensayos. En Mi rebelión en Barcelona (1935) niega su participación en el levantamiento de la Generalitat. Fue jefe de Gobierno en febrero de 1936 y accedió a la presidencia de la República en octubre del mismo año.
Antes de terminar la guerra Azaña dimitió de su cargo de presidente de la República. Ya en el exilio francés se publicó La velada de Benicarló, visión, de la guerra durante la estancia del Gobierno en Valencia. Manuel Azaña, encerrado por orden de Pétain en el hotel Midi, de Montauban, murió el 3 de noviembre de 1940. Fue enterrado envuelto en la bandera mexicana porque la española tricolor estaba prohibida en la Francia de Víchy.
Sus memorias siguen siendo un tema controvertido. Recientemente se han editado Memorias políticas y de guerra, sin prólogo, notas ni comentarios, por expresa voluntad de Dolores Rivas Cherif, viuda de Azaña. Marichal prefería el título de Diarios y apuntes para unas memorias, ya que Azaña no se habría limitado a transcribir las notas diarias de sus cuadernos, sino que las habría elaborado añadiendo comentarios y opiniones y tachando sucesos y nombres sin importancia. El libro es incompleto. En otoño de 1936 Azaña envió todos sus cuadernos de notas al cónsul de España en Ginebra, su cuñado Cipriano Rivas. Cinco de estos cuadernos fueron sustraídos por un joven diplomático del consulado antes de trasladarse a Burgos, al bando nacional. La prensa manipuló estas notas para desprestigiar al Gobierno de Madrid, y Joaquín Arrarás también elaboró un volumen con el falso título de Memorias íntimas (1939). El mismo Arrarás, en su Historia de la República (1964) transcribía textos y daba como fuente los Papeles íntimos de Azaña, que, de existir, nadie sabe dónde están. Tampoco se ha podido averiguar el paradero de los cinco cuadernos robados en Ginebra. Según el profesor Marichal (EL PAÍS, 2 de julio de 1978) «muy probablemente estaban en El Pardo el 20 de noviembre de 1975».
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