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Graves deficiencias en la asistencia sanitaria de Navarra

El peligro de cierre inminente de la clínica de traumatología y rehabilitación Ubarmin propiedad de varias mutuas de Navarra y Guipúzcoa, ha puesto de manifiesto las deficiencias por las que atraviesa la sanidad de Navarra. La clínica Ubarmin, inaugurada en 1975, después de varios años de obras que supusieron un coste total de más de ochocientos millones de pesetas, había sido considerada como un modelo en su género y venía a llenar un hueco en la medicina de la provincia. Ahora, tres años después, y si no se solucionan los múltiples problemas financieros que padece, cerrará las instalaciones dejando en la calle a 220 trabajadores.Toda la plantilla de la clínica ha iniciado un movimiento de denuncia de su situación actual ante la opinión pública, poniendo de manifiesto que la solución para el centro es «que pase a manos de un organismo estatal, dejando la línea de medicina privada en la que estamos. Queremos que la Seguridad Social se haga cargo de la clínica de Ubarmin, sin desdeñar otras posibles soluciones, como podía ser la intervención de la Diputación Foral de Navarra».

Para los trabajadores, a los que la empresa les adeuda varias mensualidades, la clínica Ubarmin ha sido un fracaso como experiencia de medicina privada. Desde el comienzo, Ubarmin, situada en la localidad de Elcano, a pocos kilómetros de Pamplona, ha estado siempre por debajo de sus posibilidades de funcionamiento, ya que sus propietarios, la Caja de Ahorros de Navarra y las mutuas patronales San Fermín y Navarra, así como la guipuzcoana Pakea, no se preocuparon en exceso de hacerla rentable. Los problemas económicos, que se pusieron de manifiesto desde los primeros meses, hicieron que la dirección del centro firmase un conven lo con la Seguridad Social que, en opinión de los trabajadores, es totalmente desfavorable para Ubarmin.

Así, la Seguridad Social ha venido pagando 2.000 pesetas por cama y día para un enfermo de rehabilitación y 3.400 para traumatología, cuando, en opinión del comité de empresa, que agrupa a administrativos, enfermeras, médicos, etcétera, al centro le cuesta más de 5.000 pesetas díarías.

Pero el problema del posible cierre de Ubarmin se agudiza a la vista del exceso de trabajo que padecen las residencias Virgen del Camino de la Seguridad Social de Pampiona. En la actualidad, y según el comité de empresa de Ubarmin. en la clínica Virgen del Camino se están dando plazos para las peticiones de cama que llegan hasta los cuatro meses, cuando en la clínica de Ubarmin están, diariamente, no menos de cien camas desocupadas.

Ante esta situación, los trabajadores se desplazaron a Madrid para entrevistarse con el director general del IN P, Francisco J. Minondo. Al final de la conversacion, Minondo les remitió al delegado de Finanzas del Ministerio de Sanidad, para que le expusieran su situación, sin que en esta segunda entrevista se llegara a ningún acuerdo, ya que las mutuas propietarias de la clínica que han amenazado con cerrar el centro el 31 de este mes, todavía no se han puesto en contacto ni con el IN P ni con el Ministerio de Sanidad y Seguridad Social.

En esta situación, unos cien trabajadores de Ubarmin se encerraron el pasado jueves en la delegación del Ministerio de Sanidad en Pamplona, de donde fueron desalojados por la policía. El día anterior, y con pancartas alusivas a su situación, habían recorrido los pasillos de la residencia Virgen del Camino, clínica universitaria y hospital de Navarra. En todos los centros, recibieron muestras de solidaridad.

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