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El equilibrio estratégico dominó la primera jornada de la "cumbre" de Guadalupe

Una revisión del equilibrio estratégico en el mundo, teniendo en consideración la situación a principios de 1979, fue ayer el tema prioritario de discusión por los presidentes de Francia, Giscard d'Estaing; Estados Unidos, Jimmy Carter; el canciller alemán, Helmut Schmidt, y el primer ministro británico, James Callaghan. Giscard d'Estaing, Carter, Schmidt y Callaghan celebraron de 9.39 a 12.45 de la mañana, hora local, una primera sesión a solas, según informó el portavoz de la cumbre, el francés Pierre Hunt.

Los cuatro líderes expresaron su convencimiento de que la reciente normalización de relaciones entre Estados Unidos y China supone un acontecimiento «positivo» y que en ninguna forma debe interpretarse como un detrimento de la «distensión» occidental con la Unión Soviética.

Los cuatro jefes de Estado y de Gobierno occidentales volvieron a reunirse por la tarde, esta vez acompañados por un asesor en política exterior y seguridad, manifestó Hunt.

La situación energética y las repercusiones que sobre el abastecimiento petrolífero del mundo occidental pueda tener el aumento de los precios de la OPEP y la crisis de Irán fue también otro de los puntos abordados en lo que se conoce informalmente como la «cumbre en mangas de camisa».

En fuentes francesas se anticipó el deseo del presidente Giscard d'Estaing de abordar en las próximas sesiones las perspectivas europeas en el marco de la ampliación del Mercado Común y de la unidad monetaria con el nuevo Sistema Monetario Europeo.

El intercambio de ideas fue calificado por el portavoz francés de «extremadamente directo, amigable y en profundidad», lo que parece indicar que ha habido también algunas diferencias de planteamiento y de puntos de vista entre los cuatro líderes.

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El tema central en esta reunión caribeña de los cuatro dirigentes occidentales es el de la «cooperación» en las políticas y economías de los países occidentales más importantes en un momento de creciente inestabilidad.

Armas británicas para China

Por su parte, el primer ministro británico, James Callaghan, informó a sus colegas que! su país desea negociar la exportación de armas inglesas a China.

Según fuentes británicas en esta conferencia, Callaghan informó a Carter, Giscard d'Estaing y Schmidt que el Gobierno de Londres está pensando vender armas a Pekín por un valor de 2.000 millones de dólares durante 1979. Entre esas armas se encuentran. aviones Harrier de combate fabricados en Gran Bretaña.

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