Galicia puede salvarse de la marea negra
Si se cumplen las previsiones establecidas por las autoridades de la Armada y por la Subsecretaría de la Marina Mercante, no habrá definitivamente marea negra sobre Galicia. El subsecretario Víctor Moro coordina, con la comandancia de Marina de La Coruña, los trabajos de alejamiento del petrolero Andros Patria, de las costas gallegas y la previsión contra el vertido de crudos.
A las seis de la tarde de ayer, según versiones oficiales de Víctor Moro y de las autoridades de la Armada consultadas por EL PAIS, el buque siniestrado se encontraba navegando a una velocidad de dos nudos alejado cien millas del puerto de La Coruña y situado aproximadamente a setenta millas al oeste de la isla de Sálvora, enfrente por tanto de la ría de Pontevedra. Todo indica, en consecuencia, que el Andros Patria está siendo conducido hacia el sur y se aleja cada vez más del litoral gallego.Un portavoz de la Comandancia de marina informó ayer a las diez de la noche a EL PAIS que no se conoce exactamente la distancia a que se encuentra el buque de la costa gallega «pero está desde luego muy lejos de tierra a estas horas». La misma fuente indicó que el derramamiento de crudos al mar es ahora mínimo, una vez que se vaciaron los tres tanques que fueron destruidos por la explosión sufrida a bordo en la noche del día 31.
Hay que señalar además que el rumor de que el petrolero griego pudiera estar siendo conducido hacia el puerto de Lisboa carece por el momento de confirmación oficial. «No podemos informar en este sentido -contestaron a EL PAIS en la comandancia-, este dato no puede ser precisado, pero va a depender de varias circunstancias como son las condiciones atmosféricas, por ejemplo.»
El subsecretario de la Marina Mercante señaló por su parte que sólo se están produciendo ahora pequeñas pérdidas de petróleo que no presentan preocupación alguna. «Si las circunstancias permiten seguir alejando el barco con el mismo rumbo -declaró Víctor Moro-, podremos decir que ha desaparecido el gravísimo peligro que pudiera significar tal cantidad de toneladas de petróleo sobre los mares de Galicia».
Los trabajos de salvamento se realizaron ayer en tres frentes, según la misma fuente. «Lo primero -dijo-, el posible rescate de nuevas víctimas o de supervivientes. Se están haciendo estas tareas con toda intensidad a cargo de varias unidades sin más resultado por ahora que el rescate de los tres supervivientes que permanecieron a bordo y los cadáveres de nueve tripulantes. En segundo lugar, estamos trabajando contra la contaminación que pudiera derivarse de los vertidos ocasionados en la zona. En esto participan dos remolcadores, el destructor Sálvora y doce pesqueros. Un remolcador con equipos específicos va a incorporarse también.»
El petróleo, a siete millas
El mismo portavoz oficial declaró que los crudos vertidos no han llegado a las costas y que las manchas más cercanas de petróleo discurren a unas siete u ocho millas del litoral, en la zona del cabo Prior. Añadió, además, que estas manchas, favorecidas por el viento Sur y por corrientes que se desplazan entre los cabos Prior y Ortegal, dejarán de presentar peligro una vez tratadas químicamente.La falta de una información precisa por parte de los medios oficiales dificulta, por lo demás, el esclarecimiento definitivo del suceso. Se da la circunstancia de que existen incluso algunas contradicciones y ayer por la noche resultaba complicado fijar el número de cadáveres recogidos del mar.
Mientras Víctor Moro corroboraba la cifra de nueve muertos rescatados, dada anteriormente, en la Comandancia de Marina de La Coruña desmentían esta noticia, afirmando que sólo tres cadáveres fueron encontrados. Son los cuerpos de los tripulantes cuya autopsia fue practicada ayer en un cementerio coruñés, permitiendo establecer que su muerte fue ocasionada por asfixia, en uno de los casos, y por gravísimas quemaduras en los otros dos.
Mientras tanto se están produciendo las primeras reacciones públicas sobre el accidente. La más rápida fue la de la Asociación de Armadores de Buques de La Coruña, que, en sesión extraordinaria, acordó dirigirse al presidente del Gobierno y a los ministros de Asuntos Exteriores, Transportes y Relaciones con la Comunidad Económica Europea para pedir que se derive inmediatamente el tráfico de crudos respetando el límite de las doscientas millas.
La diputada de AP Victoria Fernández España hace poco tiempo había presentado una interpelación al Gobierno sobre el tema y ayer el Grupo Ecológico Autónomo, el Movimiento Comunista de Galicia y otras organizaciones emitieron también declaraciones condenatorias.
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