Han desaparecido 12.000 árboles frutales de los viveros municipales
Los jardineros municipales celebraron ayer una rueda de prensa en la que se ratifican en sus acusaciones de despilfarro contra el Ayuntamiento y aportaron nuevos datos de lo que ellos califican como de mala gestión del departamento de Parques y Jardines. Entre otros, citaron el caso de los 22.000 árboles frutales, predominantemente perales, comprados en agosto de 1977 y destinados a los patios de los colegios nacionales. En marzo los mismos jardineros hicieron un recuento y sólo pudieron localizar 10.200 árboles aproximadamente en el vivero de La Bombilla.Se expuso también el hecho de que, en la construcción y ajardinamiento de las plazas madrileñas, el Ayuntamiento contrata con la empresa constructora la totalidad de la obra, en la que se incluye la plantación de los árboles, setos o flores, cuando este aspecto podría ser cubierto perfectamente de las existencias de los viveros municipales, «que están infrautilizados en un 25%».
Los jardineros hacen responsable de esta mala gestión a Florentino Pérez, delegado de Saneamiento y Medio Ambiente, y al señor Pita Romero, del departamento de Parques y Jardines, a los que retaron a un careo sobre estos temas.
Respecto a la polémica suscitada con motivo del Día del Arbol, celebrado el 17 de diciembre, los jardineros rechazaron la acusación de politizar el tema que lanzó contra ellos días antes Florentino Pérez, y declararon que sus únicos intereses son defender su condición de trabajadores y la mejora de jardinería de la ciudad. Citaron su participación en la salvación de, un árbol centenario de la Casa de Campo que los técnicos querían cortar o sus avisos de la falta de vigilancia adecuada en la misma Casa de Campo, donde un incendio destruyó unos quinientos pinos.
Los 3.000 árboles plantados el 17 de diciembre lo fueron en hoyos realizados con una excavadora, poco profundos, cuando la medida debía ser la de un cubo de ochenta centímetros de lado. Al ser los árboles demasiado grandes -dijeron- habrá que regarlos al menos durante cuatro o seis años.
Los jardineros afirmaron que cada árbol de los 10.000 comprados le salió al Ayuntamiento por 498 pesetas, cuando su precio medio en el mercado es aproximadamente de la mitad.
A la rueda de prensa asistió también Luis Bartolomé, ingeniero agrónomo y miembro del GATO (Grupo Abierto para la Ordenación del Territorio), que presentó un informe elaborado por ellos en el que se defiende la postura profesional de los jardineros y se pone en cuestión la misma validez de una plantación de árboles en la raqueta de una autopista. El informe critica la falta de energía municipal a la hora de construir verdaderos parques y cómo la propia M-30 y sus taludes laterales imposibilitan que se realicen.
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