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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Picaresca postal

El pasado año por estas fechas retiré por error en Correos un paquete contra reembolso de 850 pesetas. En casa compruebo que nadie había pedido una muñeca, que era el contenido del paquete, según Correos. Fijándome en la dirección de destino que venía en el paquete me doy cuenta que el remitente, un tal Seleclub, de Barcelona, había mandado el paquete cogida la dirección de la guía telefónica y, por ello, sin pedido alguno. Al llamado Seleclub le escribo diciéndole lo que ocurre y que le mando el paquete contra reembolso, esperando me abone su importe.Al cabo de un tiempo Correos me devuelve el paquete. Me dirijo nuevamente a Seleclub y me dicen que para que me abonen el importe debo decirles a qué número de pedido corresponde el paquete, el cual se encontrará dentro del mismo. Decido abrir el paquete y, como me temía, había una muñeca, pero tan vulgar que apenas valdría más de cien pesetas, por lo que yo pagué 850, lo que ya entra dentro del terreno del timo. A los señores de Seleclub les digo el número de pedido, a ver si me demostraban que la muñeca había sido pedida y no recibo respuesta. Esto ocurría en mayo. En octubre vuelvo dispuesto a no admitir la tomadura de pelo diciendo al tal Seleclub que me devuelvan el importe o les denuncio por estafa. Me contestan con una carta que me sorprende dándome un montón de excusas en la que dicen les devuelva el paquete y me enviarán su importe. Pero ahora viene lo insólito: con fecha 6 de noviembre notifico que mando la muñeca confiando tenga la debida acogida que en su escrito me decían. Espero quince días a mandarla, y el día 30 de noviembre, después de un mes, recibo carta del tal Seleclub diciéndome que si el envío lo hice contra reembolso no recogerán el paquete, el cual, para que surja efecto, debo mandarlo sólo certificado: de esta forma me devolverían su importe o bien podría canjearlo por otro artículo, para lo cual me adjuntaban un catálogo de material pornográfico. El colmo. Esta carta, al mes de la mía, y, claro, al día siguiente me avisa Correos que tengo el paquete devuelto.

Mi pregunta es esta: ¿Cómo es posible que a estas alturas se deje a ciertas gentes montar, digamos, negocios basados en la picaresca y las más burdas patrañas?

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